Antes de Watchmen: Rorschach

Antes de Watchmen: Rorschach
Enero de 2016
Distribuye ECC Ediciones
Cartoné | 112 páginas
8,5
10
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Argumento
Brian Azzarello y Lee Bermejo (Batman: Fuego cruzado, Lex Luthor, Joker) se reúnen para relatar la historia de Walter J. Kovacs, más conocido como Rorschach. El brutal justiciero procedente de las páginas de Watchmen protagoniza en solitario esta exitosa miniserie, ahora recuperada a través de un tomo imprescindible.Antes de Watchmen: Rorschach nos traslada a la sórdida Nueva York de 1977. Es la ciudad del crimen cotidiano, la del gran apagón y la de un asesino en serie, “el Bardo”, que parece actuar impunemente contra jóvenes indefensas. En la misma época en que entró en vigor la Ley Keene, destinada a prohibir comportamientos como el suyo, Rorschach debe enfrentarse al implacable Rawhead mientras intenta resolver el enigma del Bardo y proteger a Nancy, desconocida por la que quizá sienta un poco más de afecto que por cualquier otro ser humano.
Críticas de usuarios
  • 8
    Su voto
    13-6-2019
    Nos ocupamos del siniestro justiciero Rorschach que, como sabéis, debe su nombre a esas manchas tan características en su máscara emulando al famoso test de Rorschach.

    Azzarello vuelve a tomar el guión de esta historia y esta vez me ha gustado más que en otras adaptaciones de Before Watchmen. Se nos muestra al personaje en unas de sus típicas misiones por y para la justicia, a su manera por supuesto. La secuencia inicial nos ilustra, lo que entendemos que es, el caso principal de la trama, pero a medida que seguimos leyendo pierde un poco de fuelle para ser retomada y finalizada en las últimas páginas.

    Me ha resultado curioso este movimiento por parte del guionista pues esperaba una resolución menos rápida. Esta consiste en un asesino en serie que deja mensajes grabados en los cuerpos de sus víctimas y observamos que tanto la policía como nuestro protagonista saben y llevan tiempo tras él.

    Así como nos introducen un interesante interés (que no interés amoroso) sin más hacia una persona (tranquilos, se queda ahí). Me resulta llamativo ya que para Rorschach el mundo, la sociedad está podrida y solo se conduce hacia su destrucción, por lo que este intento de acercamiento parece mostrar un lado extinto del mismo, aunque nada más lejos de la realidad.

    El otro caso a resolver es también mundano en el escenario delictivo. Aquí Rorschach tiene que parar la venta de drogas y trata de mujeres de un mafioso llamado Crimen, un hombre fuerte con la cara desfigurada. Estos dos casos de los que trata el tomo me han recordado a esas historias que se narran en Watchmen de Rorschach y sirve para expandir su labor justiciera por la corrupta ciudad de Nueva York.

    También me ha parecido coherente el retrato de la sociedad que hace Azzarello respecto a la obra de Moore y Gibbons, donde nadie mira por nadie y donde todos son víctimas de la misma sociedad. Como dato, en un momento se produce un apagón en la ciudad que resulta clave y podemos ver cómo se comportan los ciudadanos realmente: libertinaje, libre albedrío, una verdadera jungla. Cierto que un poco exagerada, pero en parte acertada con el mundo en el que vivimos hoy en día.

    Respecto al dibujo, tenemos a Lee Bermejo y como no puede ser de otra forma, son una delicia esos trazos tan característicos. Hace una labor excepcional ya que su estilo realista nos ofrece muchas secuencias de lucha de Rorschach con malhechores muy bien ejecutadas, donde solo podemos admirar y disfrutar. Realmente bueno el trabajo de Bermejo con unas viñetas amplias que te meten en la trama.

    En conclusión, este tomo es un buen ejemplo para ampliarnos la labor justiciera de Rorschach. En este caso no profundiza sobre su persona u origen como en otros tomos de estas precuelas. Con un argumento típico pero muy efectivo, estoy convencido de que los amantes de este personaje lo disfrutarán.

    No le temáis, nos lo merecemos.
    Nos ocupamos del siniestro justiciero Rorschach que, como sabéis, debe su nombre a esas manchas tan características en su máscara emulando al famoso... Ver crítica completa
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