COMIC SCENE: Las Lecturas de Fancueva
V. Kingdom Come

‘La crónica de los Inmortales. Integral 1’, ‘Dracula’ meets ‘Highlander’

No hace mucho que os traíamos por aquí la que tachábamos como una de las mejores lecturas que habíamos hecho durante este año, firme contendiente a formar parte de la selección de lo mejor de 2017 que publicaremos cuando a sus doce meses les queden meros días para expirar. La obra en cuestión era ‘Gung-Ho’, el álbum publicado de forma exquisita por Dib-buks que suponía inmejorable carta de presentación en el mercado español del tebeo de la pareja de autores formada por Benjamin Von Eckartsberg y Thomas Von Kummat. Decíamos entonces que la considerable altura a la que rayaba el guión era superada ampliamente por el trabajo que Von Kummant realizaba con unas páginas de sobrecogedora belleza plástica en las que el estilo gráfico del artista —el equivalente europeo de Clayton Crain, lo calificábamos— dejaba perplejo una y otra vez al lector.

Sabíamos, porque para eso vivimos en la era de la información a tiro de piedra, que si bien el primer álbum de ‘Gung Ho’ —aquél del que departíamos por estas líneas— llevaba en circulación desde 2013, y la serie de ciencia-ficción ya contaba con dos entregas más, éstas no eran sino la última obra de una pareja que ya había colaborado previamente en los dos primeros volúmenes de ‘La crónica de los inmortales’, un título que, aparecido al otro lado de los Pirineos allá por 2005, no contó con continuación hasta que tres años más tarde fue publicado un segundo álbum que daría pie a los seis que, a día de hoy, componen la saga. Una diferencia de tiempo esta de treinta y seis meses que explica, mejor que otro argumento, la impresionante evolución que podemos observar aquí en el estilo de Von Kummant.

Quizás la mejor forma de trasladaros la enorme diferencia que hay entre el primer y el segundo de los álbumes que conforman este primer integral de ‘La crónica de los inmortales’ publicado por Ponent Mon sea indicaros que fijéis vuestra mirada en la doble imagen que acompaña a este párrafo a su conclusión: a la izquierda, podéis encontrar la página 34 del tomo correspondiente a la primera entrega de la serie; a la derecha, la 71, perteneciente a la segunda: puede que no se aprecie a simple vista o que la imagen no sea lo suficientemente grande, pero si ampliáis momentáneamente el tamaño de la pantalla, podréis observar que mientras que en sus comienzos las planchas de Von Kummant ostentaban una personalidad más tradicional, por más que ya se notara que el dibujante buscaba la manera de combinar trazo tradicional con técnicas digitales, en las de tres años más tarde, el alemán ya abraza por completo el arte por ordenador, generando las figuras por contrastes de color y no por la separación entre línea y mancha.

Sea como fuere, ambos mundos no hacen sino poner de manifiesto por activa y pasiva que estamos —cosa que ya sabíamos— ante un narrador soberbio que, de igual manera que en ‘Gung Ho’ no parece tener problemas en la creación de mundos fantásticos en los que el ramalazo de realidad sea la principal cualidad: fue algo que valoramos de forma muy positiva en la historia futurista publicada por Dib-buks y que ahora hemos de reseñar sobre otras consideraciones por cuanto el pasado indefinido —que nos atreveríamos a enclavar en una Baja Edad Media— en el que se desarrollan los acontecimientos se antoja real y tridimensional, no escatimando esfuerzos el artista en que las localizaciones queden impregnadas de un fuerte semblante de documentación por más que no reflejen a ninguna de nuestro mundo.

En este sentido cabe destacar el trabajo que Kummant hace con la ciudad que sirve de marco a la totalidad del segundo álbum aquí recogido, uno en el que, con muchas de las cartas del guión ya planteadas y el misterio fundamental del mismo bien subrayado, el guionista se las apaña para hacer que el sumo interés que ya había despertado con todo lo narrado hasta entonces, se transforme en una expectación constante por averiguar cuál es la verdad que se oculta tras Andrej Delany, ese luchador aparentemente inmortal que busca venganza contra aquellos que asesinaron a todo su pueblo.

La resolución de dicho misterio —que mucho tiene que ver con el titular elegido para esta entrada— no hace sino abrir las puertas al océano de posibilidades que ‘La crónicas de los inmortales’ comenzará a explorar sin duda a partir de su siguiente integral, uno sobre el que podríamos lamentar la ausencia de un Von Kummant que prefirió volcar su atención en ‘Gung Ho’ sino fuera porque el elegido para sustituirlo, el chino Chaiko, es de esos que no deja indiferente como bien demuestra cualquiera de las ilustraciones que podéis encontrar en su página web. Ya sea por la promesa de lo que encontraremos en la historia, ya por las ganas de asomarnos a lo que el artista oriental recoja en sus viñetas, os garantizamos que aquí volveremos a encontrarnos para dar cuenta del segundo integral de esta magnífica serie de fantasía.

La crónica de los Inmortales. Integral 1

  • Autores: Benjamin Von Eckartsberg & Thomas Von Kummant
  • Editorial: Ponent Mon
  • Encuadernación: Cartoné
  • Páginas: 104 páginas
  • Precio: 20,90 euros en

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