CÓMIC PARA TODOS

‘El sheriff de Babilonia. Pum. Pum. Pum’, de Tom King y Mitch Gerads

Editorial: ECC.

Guión: Tom King.

Dibujo: Mitch Gerads.

Páginas: 144.

Precio: 14,50 euros.

Presentación: Rústica.

Publicación: Junio 2017.

Prácticamente podríamos coger lo que se dijo del primer volumen de El sheriff de Babilonia, Bang. Bang. Bang. (aquí, su reseña), y aplicarlo a este segundo, Pum. Pum. Pum. Y todo, prácticamente todo, sería bueno. Tom King nos introdujo de una manera bestial en el Iran de la primera mitad de la década pasada y ahí nos mantiene. Pero no mediante la repetición. Ni siquiera con la continuación más natural y previsible de las tramas planteadas. Lo hace con la atmósfera, con las sensaciones, con los personajes, colocándonos ante un escenario brutal y descarnado, en el que nunca parece haber buenos ni malos, porque cada personaje, incluso de los más mezquinos, tiene un hilo con el que puede conectar cualquier lector. Porque King, con el respaldo del sensacional dibujo de Mitch Gerads, nos coloca de lleno en Irak, con sus reglas imposibles, con sus personajes extremos, con sus personajes diversos. La de El sheriff de Babilonia no es una manera convencional de mostrarnos esta parte del mundo, y eso hace que sea una de esas lecturas por las que cualquier tendría que pasar. Porque nadie nos ha hablado de Irak de esta forma hasta ahora, y cuando surge un relato tan impactante sobre un tema que casi todos hemos vivido a través de los informativos casi en tiempo real, merece mucho la pena prestar atención.

Lo que King nos ofrece en este segundo volumen es la conclusión de alguna manera natural de lo que vimos en el primero. Se cierra la historia, completamos el viaje de los tres protagonistas pero no la herida, no lo que desangra Irak desde hace ya más de una década. Porque El sheriff de Babilonia, en realidad, es justo eso, el relato de un desgarro que no se puede cerrar, ni a pie de calle ni desde un despacho, es el retrato de un mundo que no hay manera de arreglar y en el que solo se puede sobrevivir de la mejor manera posible. King no traza un misterio, no se trata de encontrar un culpable, aunque algo de eso haya. Pero de lo que se trata es de abrir un agujero para poder ver una realidad aterradora, en la que las reuniones se aseguran con cinturones de explosivos, en las que cualquier puede tener un asesinato que vengar, en la que todos juegan un papel para sacar un beneficio y en la que las altas esferas venden algo que nada tiene que ver con la realidad. No merece la pena quedarse en la sinopsis, porque lo que propone esta serie es algo mucho más profundo. La tensión desborda la viñeta, se sale de la página y nos captura de una manera bestial. Leer El sheriff de Babilona deja muy mal cuerpo, pero es que no puede ser de otra manera, porque lo que cuenta, realista y quién sabe hasta qué punto real, es así de crudo.

El realismo de la serie se acentúa todavía más con el brutal dibujo de Mitch Gerads. Con el dibujo es todavía más fácil llegar a la misma conclusión que con la historia, y es que de lo que se trata es de mostrar la dureza de un escenario. El trabajo de Gerads como ambientador es sencillamente modélico. Sin caer en los tonos areniscos, aunque también los utiliza, el ilustrador crea una paleta de colores excepcional para que Irak llegue a los ojos del lector de manera inmediata. Eso, en todo caso, no puede ocultar que Gerads triunfa también de una manera espléndida en la forma de retratar a sus personajes. Siendo una historia tan dura, que esconde tantas intenciones perniciosas y recuerdos dolorosos, era vital que el ilustrador hiciera ese trabajo y que incluso nos hiciera sentir lo que está sucediendo, y lo que sucediera antes de lo que estamos viendo, antes de leer el texto. Eso hace que El sheriff de Babilonia se pueda leer de muchas maneras diferentes, y que sea una de esas obras que pone en manos del lector múltiples capas. No da la sensación de que pasar una vez por todas sus páginas agote lo que King y Gerads nos han ofrecido en estos dos volúmenes, y eso es un síntoma de que se trata de un trabajo francamente bien hecho. Bang. Bang. Bang. y Pum. Pum. Pum. forman un díptico salvaje. Lo dicen ambos títulos. Y se siente en cada página.

El volumen incluye los números 7 a 12 de The Sheriff of Babylon, publicados originalmente por DC Comics a ravés de su sello Vertigo entre junio y noviembre de 2016. El único contenido extra son las portadas originales de John Paul Leon.

Podéis ver imágenes de este título aquí y aquí. Y en nuestra galería de Facebook podéis acceder a todas las páginas que mostramos de todos los títulos que comentamos.

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Esta entrada fue publicada en 20 octubre, 2017 por en ECC, Mitch Gerads, Tom King, Vertigo y etiquetada con , , .

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