‘Marvel Saga Daredevil Volumen 12: La Edad Dorada’, un vistazo al pasado

Ayer mismo tocaba volumen protagonizado por Spiderman, así que hoy le sigue otro de los personajes encargados de llenar las páginas de Marvel Saga. Mientras llega el relevo del trepamuros o del Castigador, continuamos con el defensor de La Cocina del Infierno, un héroe que lleva ya unas cuantas de entregas a sus espaldas (doce para ser exactos) y otras tantas que faltan por llegar hasta finalizar con Bendis y Brubaker. De momento nos quedamos con el de Cleveland y uno de sus trabajos más notorios de cuantos pueblan su bibliografía, la extensa etapa al frente de Daredevil, unos tebeos que han sido alabados hasta la saciedad por crítica y afición, comparados continuamente, en cuanto a calidad se refiere, a aquellos que firmó en su momento otro maestro de las viñetas: Frank Miller. De momento, y a estas alturas de la película, no le vamos a descubrir a ningún lector las bondades de todo este material que Panini está rescatando en una edición inmejorable.

Que nadie se confíe porque esto está llegando de manera inexorable al final del camino, este ‘Marvel Saga Daredevil Volumen 12: La Edad Dorada’ roza con la punta de los dedos lo que supondrá el canto del cisne del autor. Este nuevo tomo nos narra la historia personal de Alexander Bont, un tipo cuya presencia en Hell´s Kitchen supondrá problemas para Matt Murdock ya que su intención es la de buscar venganza por algo que tuvo lugar hace ya algunos años. A base de flashbacks conoceremos más de Bont y de la relación que lo une a Daredevil, como hace tiempo se hizo dueño y señor de este barrio de Nueva York o de la clase de socios con los que se codeaba (aquí aprovecha el guionista para introducir algunos personajes como Gladiador o Tigre Blanco).

Otro detalle bastante llamativo es el hecho de ver a Daredevil con su traje antiguo, el amarillo, ya que la acción tiene lugar durante los años en los que Murdock vestía de esa guisa. Para terminar de cerrar el círculo también asistiremos al relevo que se produce una vez que Bont es puesto fuera de circulación, dejando vía libre para cierto mafioso orondo que le ha dado más de un quebradero de cabeza al invidente héroe. Bendis mantiene el pulso que ha caracterizado a esta etapa desde el principio, sin levantar el pie del acelerador, ni siquiera en estos relatos más livianos. Otro al que no se le puede poner pega alguna es al artista encargado de plasmar las ideas del escritor, un Alex Maleev al que hemos visto hacerse grande número tras número, demostrando su maestría a la hora de dibujar cualquier cosa que se propusiera, con un estilo perfecto y cambiante, adaptándose a las necesidades de cada entrega. Próxima parada, “El Decálogo”, otra historia de las llamadas a llamar la atención del lector por todo lo que se va a poder leer en ella. Que nadie se lo pierda porque cada detalle tendrá su importancia en el devenir de la colección.
[Grade — 8.50]