Es la hora de las tortas!!!

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Reseña: La Cosa del Pantano, de Scott Snyder

Es sabido que Len Wein y Berni Wrightson crearon a La cosa del pantano en un relato autoconclusivo incluido en el número 92 de la cabecera House of Secrets. En dicho relato, Alec Holland se llamaba Alex Olsen, y la ambientación trasladaba a los lectores a la segunda década del siglo XX. Un año después, en 1972, los mismos autores retoman el personaje para desplegarlo en su propia serie regular. En Swamp Thing #1 se puede apreciar cómo aquella historia original se había adaptado a los tiempos (a los de los setenta), y cómo el personaje había sido incluído en el universo compartido de la editorial DC. La serie, que se extendió durante 24 números hasta ser cancelada en 1976, es el germen un sinfín de historias de terror sobre monstruos, filosofía new age y ecología. Historias como las que se recogen en el tomo recopilatorio de La Cosa del Pantano de Scott Snyder que hoy nos traemos entre manos.

La Cosa del Pantano de Scott Snyder La cosa del pantano Vol 2 #20

En 1982, el personaje comienza una nueva andadura, rescatado del olvido aprovechando el rebufo de la recién estrenada película que adaptaba sus andanzas —se ve que por aquel entonces el cine también influía en las decisiones editoriales—: Un pastiche de horror blandito muy Wes Craven, decorado con secuencias de acción que recuerdan a las del Equipo A . Así nace la nueva cabecera, titulada inicialmente The saga of the Swamp Thing, que se extendería durante la friolera de 171 números hasta octubre de 1996. En el número #20 de dicha colección irrumpe el guionista Alan Moore, hoy leyenda viva, que redefine completamente al personaje, convirtiéndolo en un referente y llevándolo a cotas de calidad difícilmente igualables. La serie acabó siendo absorbida por el sello Vertigo, alejándose por ende del universo DC tradicional y de sus correspondientes personajes pijameros. Por el camino aportaron su granito de arena autores de gran prestigio como Grant Morrison o Mark Millar, pero si por algo es recordado este volumen es sin duda por la descomunal etapa de Alan Moore. Para muchos el mejor tebeo del mejor guionista de tebeos.

Después hubo un volumen 3, con Brian K. Vaughan a los mandos, e incluso un cuarto. En el evento centrado en el universo Green Lantern conocido como El día más brillante, La Cosa del Pantano vuelve a ser integrado en el universo DC tradicional, funcionando como secundario y protagonizando una serie limitada posterior que exploraba las consecuencias. Pero no es hasta el polémico relanzamiento de Los Nuevos 52 cuando el personaje recupera el interés de la crítica y la atención de los aficionados. El guionista Scott Snyder y el dibujante Yanick Paquette reinician el personaje al alimón con el resto de colecciones del Universo DC, pero teniendo muy presentes las aportaciones a la serie del genio de Northampton.

La Cosa del Pantano de Scott Snyder
Guion:  Scott Snyder, Jeff Lemire, Scott Tuft
Dibujo:  Yanick Paquette, Nathan Fairbairn y otros
Editorial: ECC Ediciones.
Formato: Cartoné, 520 págs. A color.
Contiene: Swamp Thing 0-18 USA, Swamp Thing Annual núm. 1 USA, Animal Man núms. 12-17 USA
Precio: 40.00 €.


El arranque de la historia bebe de conceptos anteriores, pero introduciendo añadidos y reformulando ideas antiguas. Al inicio del tomo, nos encontramos con un Alec Holland de aspecto humano, reticente a aceptar el destino como “avatar de lo verde” que le ofrece El parlamento de los árboles. Snyder recoge la idea de la fuerza primigenia del verde como representación del reino vegetal, concebida por Alan Moore en su etapa en la colección. Dicho concepto fue reinterpretado por Jamie Delano en su Animal Man, cuando creó “el rojo” como la dimensión mística expresión de todo animal vivo. En este caso el propio Snyder añade “la putrefacción”, tercera fuerza en discordia que en este caso viene dispuesta a romper el equilibro y a emponzoñarlo todo. El concepto en sí de “lo putrefacto” podría parecer en cierto modo absurdo, incluído (se entendía) en los dos anteriores sin necesidad de explicación, pero sirve para plantear una lucha de iguales emocionante y muy divertida de leer, donde el horror más clásico (a la vez que grotesco) y las secuencias de acción no dan ni un solo respiro al lector.

Las primeras páginas también sirven para volver a contar el origen del personaje en torpes ejercicios de retrocontinuidad sencillamente innecesarios. Moore nos contó que Swampy es una planta que se cree un ser humano, Snyder ahora dice que no, que no era exactamente así. El Parlamento de los árboles (cuya escenificación recuerda mucho a Bárbol y sus amigos) es ahora una excusa para casi todo. Ponerlo todo del revés para, en esencia, no cambiar nada. La representación del héroe como adalid de una fuerza primigenia, el avatar, lo hemos visto una y otra vez en los tebeos de superhéroes. J.M. DeMatteis lo introdujo en La última cacería de Kraven, Straczynski lo recicla para su etapa en Spiderman, Lemire lo vuelve a traer para Green Arrow, tampoco es nada nuevo en Swamp Thing o en Animal Man… Y así una detrás de otra. No obstante, superfluas explicaciones al margen, estos primeros números sirven para traer de vuelta por todo lo alto a la irrepetible Abigail Arcane (más rocanrolera que nunca) y para desarrollar conceptos de horror muy imaginativos y ciertamente terroríficos. En este sentido destaca el pequeño niño burbuja y su relación con los tejidos necrosados que todos llevamos dentro, mucho más interesante que la previsible y retro-confusa vuelta de Anton Arcane, o que el retro-lazo de Abby con lo podrido. La Cosa del Pantano de Scott Snyder es más grande en pequeñas ideas y en su desarrollo, casi siempre dinámico y ágil, que en los grandes acontecimientos que hacen avanzar la trama principal.

La Cosa del Pantano de Scott Snyder rotworld

La recopilación publicada por ECC Ediciones recoge los primeros 18 números de la serie, los realizados por Snyder y Paquette (salvo pinchazo), el annual #1 USA de Swamp Thing y los números #12 y #17 de la serie Animal Man. Es en el propio número #12 de Animal Man donde comienza el crossover entre ambas colecciones titulado Mundo Putrefacto. Los desmanes de la podredumbre desembocan en un futuro distópico en el que todo es rancio y hediondo. Los héroes del Universo DC presentan un aspecto muy desmejorado, siervos ahora de la ponzoña, y en general el mundo es un festival de vísceras, sangre, bacterias asesinas, mierda y seres de pesadilla deformes, plagados de pústulas, heridas e hileras de dientes. Los pocos héroes que han sobrevivido extraen su poder de lo verde o de lo rojo. Y luego está Batman. Todo en Mundo Putrefacto es muy visual y tremendamente espectacular, más cercano en las formas al tebeo de superhéroes clásico que al estilo de terror tan propio de La Cosa del Pantano. La influencia de Jeff Lemire en los guiones es patente, aunque la idea original surge, al parecer, de la mente de Geoff Johns. En cuanto al anual #1, Snyder cuenta una historia ambientada en los Cárpatos en la que Abby y Alec se conocen antes de conocerse. Al principio capta el interés, con Anton Arcane como una especie de Conde Drácula en su castillo, pero nuevamente la cosa acaba transcurriendo por el camino de lo innecesario (obligatorio borrado de memoria mediante).

Respecto al apartado gráfico, Yanick Paquette arriesga con una disposición de viñetas bastante experimental y encuadrada en muchos casos entre bellos motivos vegetales. La trama da pie a dibujar cantidad de monstruos y criaturas, y es ahí donde el canadiense de se luce en uno de sus mejores trabajos hasta la fecha. Si algo se le puede reprochar a esta etapa es la irregularidad del dibujante principal, incluso dentro de un mismo número y sobre todo en las páginas de Mundo Putrefacto. No obstante el nivel general es bastante correcto y en ningún caso llega a ser molesto, con trabajos que incluso mejoran a los del propio Paquette, como los de Marco Rudy.

En cuanto a la edición española (en la que echo de menos un índice), a destacar la intro de Lein Wein, en la que habla de las mil y una vidas que un personaje creado para el mundo de los tebeos cobra en manos de los distintos autores posteriores. Él creó a Swampy, pero es consciente de la naturaleza intrínseca de este tipo de historias. A veces echo de menos reflexiones de este estilo en el propio Alan Moore.

La Cosa del Pantano de Scott Snyder

En resumen, La Cosa del Pantano de Scott Snyder es un tebeo dinámico y muy entretenido de leer, completamente recomendable para todos los amantes del género de terror y de los tebeos de superhéroes. Los amantes clásicos de la colección Swamp Thing se debatirán entre lo irritante, con tanto ejercicio de retrocontinuidad, y lo orgásmico, al ver a su personaje favorito a pleno rendimiento en una tesitura trepidante tras otra, y con los imprescindibles toques de nostalgia distribuidos a lo largo de toda la trama.