Reseña de El Eternauta #1. Edición especial 50 aniversario

por Rao Comics | 15 de abril de 2020
Impresionante viaje el que he vivido a manos de ‘El Eternauta’, algo que realmente no esperaba al iniciar su lectura viendo como se utilizaba a las dos de las tres únicas féminas que aparecen en el relato como simples floreros. Pero por suerte, mi mente supo apartar este hecho centrándose en todo lo bueno que nos ofrece ‘El Eternauta’, y creedme, hay mucho de bueno.

El relato fue escrito por el guionista Héctor Germán Oesterheld y dibujado por Francisco Solano López entre el 1957 y 1958, fue publicado en la revista de historietas Argentina ‘Hora Cero Semanal’ en plena dictadura autodenominada “Revolución Libertadora”.

Nos encontramos ante un doble ejercicio de metaficción, uno, porque el denominado Eternauta, Juan Salvo, es el que nos relata su historia, dos, porque a la persona a quien se la está relatando es al propio Oesterheld, que a su vez, es dibujado por Solano López inmortalizando su figura como personaje de historieta, fantástico ¿no?. Si esto os parece genial, su final os parecerá maravilloso, cerrando el círculo de una manera fantástica.

Buenos Aires, Argentina, 1963, una nevada mortífera se precipita por toda la ciudad exterminando a todas aquellas personas con las que tiene contacto. Al mismo tiempo, ajenos a todo, un grupo de amigos pasan las horas jugando al “truco” mientras la invasión alienígena planificada por “ellos” ha dado comienzo. Alrededor de una mesa veremos a Juan Salvo, El Eternauta, Lucas, un empleado de banco aficionado a la electrónica, Favalli, el profesor de física, y a Polsky, el jubilado, así se inicia “El Eternauta”, una de las historias de ciencia ficción más apasionantes e influyentes del siglo pasado.
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Sus páginas, me han retrotraído a películas en blanco y negro de la época, películas como “Them!” o “Invasion of the Body Snatchers”, con una imagen y ambientación atrayentes.

Hay múltiples mensajes que se pueden extraer de la obra, como el de la supervivencia, ya sea a nivel individual, cuando creemos que nuestro enemigo somos nosotros mismos, la especie humana, o el global, cuando la amenaza es igual para todos y nos llega desde afuera, aflorando de esta manera, la cooperación entre humanos en pos de mantener aquello que amenaza lo que más queremos. Y es que como en estos días de pandemia mundial, debido al coronavirus covid-19, parece que el mundo y nuestros problemas diarios se han paralizado para centrarnos en aquello que realmente es importante, la vida. Espero y de deseo, que cuando toda esta situación finalice, extraigamos cosas positivas de esta experiencia. Sé, que algunos son pesimistas, pero hay que mirar al futuro con esperanza. Esperanza que como a muchos de los personajes de esta historia, en ocasiones vacila, pero que es parte importante del rasgo característico que nos define como seres humanos, la cual no debemos abandonar nunca.

Esta es una historia colectiva, de personajes que irradian un gran carisma y que nos acompañarán a lo largo de las páginas como si de la vida misma se tratara, cuando una de estas vidas llegue a su fin o al final del relato, sentiremos una gran tristeza o admiración, sentimientos que nos indicarán la gran magnitud que alberga esta obra. Personajes como los nombrados al inicio del escrito, Pablo, Franco, Mosca, el Mayor, Elena o Martita, al cerrar este libro, formarán parte de nosotros.

La fuerza alienígena creada por Oesterheld es magnífica, y no solo porque seres como “los cascarudos”, “los manos”, “los gurbos” o “los hombres-robots” tengan un atractivo visual, si no porque lanzan un mensaje muy potente. Todas y cada una de estas razas, son dominadas por “ellos”, siguiendo sus órdenes por temor o por manipulación. ¡Que mensaje más potente! ¡el poder en la sombra! ¿Qué os parece?, deberíamos reflexionar largo y tendido sobre este asunto en algún momento de nuestras vidas, claro está, extrapolándolo al presente.

Y así, mirando siempre hacia adelante y con la reflexión en nuestras mentes, llegaremos al final del relato, donde nos despediremos de lanzarrayos, cosmo esferas y aparatos alucinógenos, diremos adiós a todos sus personajes, agradeceremos el paseo que nos han regalado Oesterheld y Solano López por la gran Buenos Aires, con su avenida de la Paz imponente, el estadio Monumental de River Plate, la plaza Italia, el Palacio del Congreso, el monumento a los Españoles o el pabellón de Barrancas de Belgrano, todos ellos, sin haberlos visitado en la realidad, ya formarán parte de nuestras vidas.
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Que bien, que alegría seguir encontrando relatos como este, relatos que forman parte del pasado y que tanto han ayudado a construir las historias del presente, que bien encontrar mensajes ocultos en sus palabras, en sus dibujos, que bien seguir vivo para poder sentir que no estamos solos en el mundo, que bien sentir que nos mueve una fuerza mayor que el miedo, que bien seguir sintiendo, esperanza.
Reseña realizada por Rao Comics
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