Esta saga de Marvel nos presenta a un Lobezno desconocido: viejo, cansado, endeudado, decidido a no usar sus garras de adamantium nunca más… en un mundo también desconocido, donde han triunfado los villanos. Pero hasta el desierto de Sacramento va a buscarle su antiguo amigo y miembro de los Vengadores Clint Barton, conocido como Ojo de Halcón. Ciego, acude a pedirle que le acompañe a Nueva Babilonia, sin saber que ese viaje será, para ambos, el final de una etapa; un viaje sin retorno a sus vidas y sus hogares tal como los conocían.
El camino, entre la costa Oeste y la costa Este de los EEUU, se adivina plagado de retos y aventuras, de personajes de todo tipo que aparecen y desaparecen sin saber muy bien de dónde vienen ni adónde van. Una concatenación de amenazas, ataques y desgracias que convierten el propósito de Logan de no involucrarse en incidentes violentos en algo difícil de cumplir. Demasiados acontecimientos, en fin, para pocas páginas, que obligan a explicar la aventura a través de los diálogos en vez de disfrutar de ella.
Lo más interesante del viaje son, en cambio, las historias que subyacen. Una, la de cómo desaparecieron, hace ya cincuenta años y misteriosamente, los héroes de la Patrulla-X, la implicación de Lobezno en el asunto y el motivo por el que renunció a sus poderes para vivir, simplemente, como Logan, un esforzado padre de familia. Otra, el estado actual de los superhéroes: "Quedamos veinte; hace cuarenta años que no nace un mutante. Fuimos un clic, nada más que una breve anomalía genética". Triste balance de unos tiempos gloriosos.
Los dibujos de Steve Mcniven reflejan la dureza del viaje, la acción, la lucha y la violencia a la que se encuentran sometidos sus protagonistas, siguiendo las pautas de Mark Millar. Guionista de éxito, ha creado para Marvel Comics algunas de sus sagas más interesantes, como Marvel Knights: Spiderman, Lobezno: Enemigo del estado, Civil War… muchas de las cuales ya se han llevado al cine.
Ahora esperamos con expectación ver cómo interpreta y traduce a lenguaje cinematográfico James Mangold a este Lobezno que ha renunciado a su esencia, encarnado quizá por última vez por Hugh Jackman. Y para conocer cómo de prolongados son sus esfuerzos por esconderse del mundo, podemos seguirlo en la saga creada por Brian Michael Bendis y dibujada por Andrea Sorrentino. Al fin y al cabo, el verdadero superpoder de Lobezno es sobrevivir. Pero hacerlo solo, rodeado de muerte, de la de todos a los que quiere. Por eso se pregunta si merece la pena seguir vivo en un mundo sin esperanza.