Barcelona: un escenario para el cómic

por Tata | 23 de abril de 2019
Los orígenes de la actual Barcelona se remontan a los albores de la civilización, al menos a hace cuatro mil años. A partir de ahí, su historia está jalonada de acontecimientos que han ido delineando su carácter, como la fundación de la Colonia Iulia Augusta Faventia Paterna Barcino por Augusto en la última década del siglo I a.C., según cuenta la historia, y por la Barca Nona, es decir, la novena barca de la escuadra que transportaba a Hermes, hermano del dios griego Heracles, a Jasón y los argonautas y que recaló en Montjuic, según recoge la leyenda.

Algunos de estos hitos han sido recogidos recientemente por autores catalanes y no catalanes, en forma de cómics o novelas gráficas, que demuestran que la ciudad, su pasado y su presente interesan y que sus calles, sus edificios y sus gentes esconden una infinidad de historias esperando a ser contadas.

Escogidos por su belleza, por su actualidad, por su dramatismo… los cómics ambientados en Barcelona transcurren casi en su totalidad a partir del siglo XIX. En esta época Barcelona vive una época de esplendor. Pero no es oro todo lo que reluce y, detrás de una rica y culta, activa burguesía, encontramos mucha miseria; detrás de los bellos edificios de Gaudí, crímenes y venganzas; detrás de una ciudad moderna y cosmopolita, chatarra y sordidez.


Batman y San Jorge
El 23 de abril, día festejado en Barcelona en forma de regalo de libros y rosas, proviene del aniversario de la muerte de Jorge de Capadocia, que vivió en el siglo IV en la actual Turquía. Martirizado y santificado en la Antigüedad, comenzaron a extenderse leyendas sobre su poder salvador ante el dragón a lo largo de la Edad Media; a principios del siglo XI, se cree que apareció en ayuda del rey aragonés Pedro I; posteriormente pasa a ser protector de los cruzados que van a Tierra Santa a luchar contra los musulmanes y su vida es recogida por Santiago de la Vorágine en su Leyenda Dorada, libro que tuvo gran influencia en Occidente. Aunque no será hasta el siglo XV cuando se instauró oficialmente el día de San Jorge, el 23 de abril, como patrón oficial de los territorios de la Corona de Aragón, que incluía a Cataluña, y su cruz es la que vemos actualmente en el escudo de Barcelona.


El guionista Mark Waid ha metamorfoseado a este santo en Batman. Este, en el papel de Caballero, se enfrentará en la ciudad condal por primera y última vez con el Dragón, encarnado por un Killer Croc más sanguinario que nunca, fugado del Asilo Arkham. Convencido de que es la reencarnación del dragón que, según la leyenda, mató San Jorge, pretende vengarse después de los siglos. El problema al que se enfrenta Batman durante su estancia en Barcelona es que no cuenta con su Batcueva, lo que le lleva a recrear una versión reducida en uno de los museos de la ciudad.


Un agitado fin de siècle
Los últimos años del siglo XIX fueron en Barcelona un período de contrastes. Por un lado, se desarrolla una poderosa y rica burguesía que amasa su capital gracias a una moderna industria y al comercio ultramarino. Pero también el de una mayoría proletaria que vive en penosas condiciones y entre los que las ansias de cambio radical se expanden con rapidez.

Sherlock Holmes y la conspiración de Barcelona” pone el foco en la extensión del anarquismo y, con él, la lucha por los ideales, los atentados, el miedo, las represalias… En esta época turbulenta tienen lugar sucesos como el famoso atentado del Liceo, símbolo por excelencia de la clase acomodada. El guionista Sergio Colomino ha situado la historia en el periodo en el que el detective, después de enfrentarse a Moriarty y morir aparentemente en Reichenbach, desaparece por un tiempo y reaparece en Barcelona sin Watson, para investigar lo ocurrido al submarino Ictíneo 2, codiciado por media Europa. La investigación del personaje creado por Arthur Conan Doyle le conducirá hasta las sociedades anarquistas y lo convertirá en testigo directo de uno de los sucesos más sangrientos en la historia de la ciudad.

Otro suceso que ocupó la portada de los periódicos y estremeció a la sociedad catalana de principios del siglo XX fue el conocido como caso de “La vampira de Barcelona”. Enriqueta Martí Ripollés quedó en el imaginario popular como secuestradora, proxeneta y asesina de niños. Acusada de fabricar ungüentos con los cadáveres de los niños previamente prostituidos y asesinados para venderlos a la burguesía, nunca fue juzgada. En su figura se mezclan los miedos de los estratos más bajos de la sociedad: la magia, el curanderismo, la prostitución, la desaparición de niños, el tráfico de personas, la mendicidad…


En su libro Barcelona 1912 (publicado en 2014), el escritor barcelonés Jordi Corominas realizó una exhaustiva investigación sobre la vida de Enriqueta Martí. Repasando las crónicas periodísticas que se publicaron del caso en la época, advirtió que muchos cronistas recogían sólo la información escabrosa. En palabras de Corominas: "Enriqueta no era una asesina sino más bien paradigma de una Barcelona pobre y desesperada que era la que no acostumbraba a salir en los medios.[...] Muchos de quienes volvieron a explicar el caso se limitaron a leer las reseñas de esos primeros días pero dejaron de investigar los últimos rastros del relato".

Son los tiempos de la Semana Trágica (entre el 26 de julio y el 2 de agosto de 1909) provocada por el decreto del gobierno de Antonio Maura de enviar tropas de reserva a las posesiones españolas en Marruecos y terminó con 80 muertos en los disturbios y una dura represión. Nos enfrentamos a tiempos violentos, una época de cambios políticos, culturales y artísticos, que nos traen al genio de Gaudí al primer término.

La Barcelona monumental
La Ciudad Condal es una obra de arte en sí misma, ya que desde su urbanismo a sus edificios más emblemáticos ilustran los libros de arte. Pero un nombre sobresale por encima de los demás, el de un hombre que dotó a Barcelona de sus construcciones más representativas: Gaudí. Su trencadís (técnica de componer formas con azulejos en mosaico), sus colores, sus siluetas ondulantes, la armonía de sus proporciones y sus perspectivas imposibles no son sólo un reclamo para turistas. Pueden impregnarse de un carácter hipnótico y convertirse en una auténtica obsesión. Es lo que les sucede a todos los personajes de El fantasma de Gaudí. Cada uno de ellos representa una forma de acercarse al genial arquitecto y a su obra, de verla, de vivirla y de hacerla suya, de la más racional y material del agente de policía a la más elevada y espiritual del iniciado en los misterios simbólicos.


La introducción de Javier Sierra ya nos avisa de que hay muchos niveles de lectura y que las obras más representativas de Gaudí, como la Casa Calvet, la Casa Batlló, la Pedrera o La Sagrada Familia no son exclusivamente una colección de bonitos edificios diseminados por la ciudad, sino que, los que saben mirar, reconocen entre sus extrañas formas la barca de San José, los signos del zodíaco o las columnas de Boaz y Jakin, símbolos que abren la mente a otra realidad. Incluso su misma localización puede esconder ya un misterio. Pero, además, componen un laberinto en el que se mueven sin encontrarse víctimas y verdugos, seres reales y sobrenaturales, locos y cuerdos… que hacen del guión algo dinámico, complejo e imprevisible. Por otra parte, los ambientes interiores, de composiciones asimétricas y de iluminaciones especiales suponen todo un reto para el dibujante, Jesús Alonso Iglesias, que es capaz de crear una atmósfera única para el desarrollo de los acontecimientos, casi un personaje más en la trama, un sujeto activo en la acción.

Pero las propuestas para descubrir los rincones de la ciudad son muy variadas. Tom, el personaje más carismático de El Torres, nos invita a acercarnos a Las Ramblas, la Boquería, la Torre Agbar … También de la mano de los perros, en “Perros en la ciudad. Anécdotas caninas en Barcelona” que forman parte del paisaje de las grandes ciudades, recorremos plazas, parques, avenidas y calles. Xavier Krauel se acerca al día a día de estos pequeños ciudadanos de cuatro patas y sus familias para mostrarnos, a través de pequeñas historias, que la vida en la ciudad es mucho más bella si la compartes con tu mejor amigo.


De la transición al siglo XXI de la mano de Carvalho
A partir de Tatuaje y a lo largo de cuarenta años podemos seguir sus aventuras y desventuras de Carvalho, el personaje creado por Vázquez Montalbán y ahora llevado al cómic, de forma que las novelas se convierten también en una crónica de la historia reciente de España, que abarcan desde la Transición a bien entrado el siglo XXI. Este personaje ex agente de la CIA, idealista, ácrata, desencantado y ex militante comunista que se define a sí mismo como “un apóstata cínico” se convertirá en un personaje paradigmático del género negro. En esta primera entrega de la serie han logrado resucitar el alma de Pepe Carvalho, su ironía, su desencanto, mantener el ritmo y el interés en la trama, recuperar la estética de la época y, en conjunto, que vea la luz una excelente adaptación gráfica de este clásico de la literatura española.

Siempre por unas bonitas recreaciones de las calles y edificios de la Barcelona de los 70 y del mismo modo que las novelas, también en el cómic se ha plasmado de forma magistral el ambiente, la forma de vestir o el mobiliario de la época. Está plagado de alusiones a la música que se escucha, las películas que se ven… y se reflejan los gustos tan personales de Vázquez Montalbán, muy aficionado a la gastronomía y a unas Ramblas de las que Carvalho afirma, quizá de forma autobiográfica: “amo este paseo como amo mi vida”.


Barcelona hoy, ¿visión amable o visión apocalíptica?
La complejidad de Barcelona permite hacer una lectura amable de la sociedad, como la que propone la cuarta aventura fantástica de la serie Ekhö. Mundo Espejo #4. Barcelona o poner el foco en la marginalidad que subyace a la vanguardia de la tecnología y el lujo, como sucede con BCN Noire o Barcelona. Los vagabundos de la chatarra.

El mundo espejo, que esta vez transcurre en la ciudad condal, solo devuelve un reflejo distorsionado de nuestra sociedad; un mundo en el que todo se parece mucho al nuestro sin llegar a ser idéntico. Plantea un escenario de fantasía, tratado de forma ligera, divertida y entretenida en la que destaca el estilo caricaturesco y la expresividad de sus personajes, representados en imágenes muy potentes cargadas de detalles.

En cambio, Bcn Noire resalta el lado más oscuro de la ciudad. Es lo que tienen en común las 23 historias que componen el álbum coral coordinado por Raule. Por sus páginas se suceden camellos y drogadictos, prostitutas y mafiosos, lateros e inmigrantes ilegales, vagabundos, homófobos, skins y matones además de turistas y vecinos, que también forman parte de la vida cotidiana de la ciudad.

Raule ha explicado el objetivo de la obra: “Reunir a un buen número de autores nacidos en Barcelona o que vivieran en ella, porque quería que la conocieran bien, capaces de dibujar historias sórdidas o sociales de género negro y realista que transcurrieran en la actualidad y reflejaran el lado menos amable de una ciudad que adoro”.


También Barcelona. Los vagabundos de la Chatarra abunda en la Barcelona marginal actual, acuciada por la crisis, el paro o los desalojos. Desgraciadamente, son temas que nos llegan a diario a través de informativos, de la prensa, de internet… los males que afectan a nuestras sociedades de consumo y convierten esa obra en un híbrido, a medio camino entre la novela gráfica y el reportaje periodístico, para reflexionar sobre el mundo que nos rodea y que a veces cuesta demasiado aceptar. El gran referente de este género es Joe Sacco, al que entrevistan los autores a modo de epílogo, que sirve de reflexión sobre el medio y las posibilidades que tiene este género.

El reciclaje, la precariedad, la pobreza, la emigración… nos narra la realidad del puerto de Barcelona, el mercado de Els Encants, la vida cotidiana y el desalojo de nave de la calle Puigcerdà y los campamentos de Poblenou… pero que al final son problemas comunes a muchas otras ciudades del primer mundo.

Barcelona, como las personas, alberga en su interior lo mejor y lo peor, obras maestras junto a grandes bolsas de pobreza, innovación y prestigio junto a marginalidad. Pero todo ello le imprime un carácter único que la convierte en centro de infinitas aventuras para todo tipo de héroes, para que cada uno descubra su rincón y escriba su historia.
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