En el barrio rojo de Kabukicho, en el centro de Tokio, se pueden satisfacer todo tipo de vicios si se paga el precio adecuado. Y ese lugar donde la violencia se da la mano con la corrupción es el escenario perfecto para el asesino más despiadado de Japón, un misterioso homicida que, para superar su cobardía y complejos, ejecuta cruelmente a sus víctimas.