Argumento
Esa minúscula taberna no tiene nombre, su dueño tampoco. Sin embargo, en el barrio de Shinjuku, todo el mundo los conoce. Abierta desde las doce de la noche hasta las siete de la mañana, acoge a los noctámbulos de Tokio: boxeadores, prostitutas, actores porno, policías y yakuzas acaban allí para tomar sake, caldo, ramen o sopa de miso, según lo que haya en la cocina. Cada plato da lugar a un encuentro, una historia.
A la cantina de medianoche la gente no va una sola vez, sino que repite. Los habituales, muchas veces almas en pena en la gran urbe, encuentran cobijo en esta pequeña tasca sin pretensiones, donde nacen confidencias, risas y anécdotas insólitas mientras el jefe prepara el plato favorito de cada uno.
La cantina de medianoche es un éxito en Japón, donde se han producido dos películas basadas en el manga, que también tiene serie televisiva en Netflix con el título Midnight Diner: Tokyo Stories.
“Cada especialidad nos lleva a conocer una porción de vida de los comensales. Son anécdotas hilarantes, irónicas y a menudo atravesadas por un poso de melancolía. La cantina de medianoche es un manga que se cuece a fuego lento”. Roberto González, Rockdelux
“Con trazo sencillo pero sin ahorrar en detalles, de ritmo pausado y tono intimista, entremezclando drama y comedia, Yaro Abe construye un manga que hará las delicias de los paladares más exigentes y selectivos”. Oriol Rodríguez, Mondosonoro
“La variedad gastronómica corre pareja con la diversidad de historias personales que se entremezclan en el bar: algunas insólitas, pero la mayoría sencillas y entrañables. Una galería humana representativa de la sociedad japonesa”. Yexus, El Diario Montañés
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