La noche polar

Argumento

Se busca personal para recorrer La noche polar. Se deberán realizar las siguientes funciones (entre otras): investigar las interrelaciones entre detectives amateurs, detectives profesionales, terroristas, escritoras, oligarcas, filántropos y sociedades secretas. Rastrear los puntos de conexión entre la Rusia de 1881 y la de dos mil veintitantos; entre los Estados Unidos de los años 50 y los de la burbuja puntocom; entre la Francia de entreguerras y el Reino Unido de John Major y el britpop... Averiguar las similitudes entre exposiciones universales, casinos de Las Vegas, parques de atracciones y metrópolis contemporáneas. No es imprescindible experiencia.

Marcos Prior, guionista de Gran Hotel Abismo (con dibujo de David Rubin) y Catálogo de Bunkers (ilustrado por Jordi Pastor), así como el autor completo de Necrópolis, todas ellas obras publicadas en Astiberri, da un paso más con La noche polar en una trayectoria creativa que incide sobre cuestiones sociales, políticas y vitales que le preocupan. Para el escritor y ensayista Eloy Fernández Porta, se trata de dar la bienvenida “al gran show conspiratorio del espionaje bizarro, el periodismo inmersivo, los terrorismos más pintorescos y el síndrome de la cabeza explosiva, la de Marcos Prior, que una vez más despliega su repertorio de disfraces creativos –el de Bill Sienkiewicz, el de Thomas Pynchon, el de Mike Ibáñez– sin dejar nunca de ser él mismo: el showman gráfico del Apocalipsis nuestro de cada día”.

 

“Marcos Prior, con tinta invisible y nitroglicerina, dibuja en el suelo cuadrados numerados para que juguemos a saltar sobre ellos, pero luego tira la piedra contra un escaparate porque, en la rayuela de las conspiranoias, todo es vandalismo, pillaje y posverdad. Si el zar debe morir, escribe una novela donde sea víctima de un atentado mortal. Lo que pasará a continuación te sorprenderá”.

Daniel Ausente