Argumento
Había un príncipe que soñaba con el mar. Que miraba las estrellas en la superficie del océano. Que hablaba con los dioses, que lo maldijeron por sus pecados de hombre y lo encerraron en el caparazón de un cangrejo ermitaño. Dándole manos de pinzas y entrañas de molusco. Asegurándose de que el mar se convirtiera en la manta de su sueño profundo
¿Falta información o algún dato es incorrecto? Si es así, ¡haz click aquí y avísanos!