En el Poblenou de la Barcelona de finales de los ochenta, Lucho contempla el asesinato atroz de uno de los quinquis del barrio a manos de un inspector de policía. Sólo él y su amigo Xavi han visto lo que ha ocurrido. Desde ese momento Lucho vivirá un camino hacia la madurez mientras se debate entre ignorar lo sucedido o denunciarlo.