Argumento
Este cuarto tomo se sitúa en los años de la Barcelona pre-Olimpiadas, cuando se empezaron a reformar muchas de las zonas más chungas de la ciudad para dar buena imagen. Al Maki, al Popeye, al Moromierda, al Pirata, al Pitufo y compañía nadie se atrevió a decirles nada. Bien que hicieron. Buenos son ellos si les tocas los cojones.
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