Argumento
Los recortes de hostias están hechos de la misma sustancia que las hostias y saben, por tanto, igual que ellas. Es cierto que no están consagrados y no podemos encontrar el logotipo de Dios en relieve sobre su superficie. Pero, observándolos, podemos deducir la forma de la santísima forma. Del mismo modo, los pequeños fragmentos de historias cotidianas nos hablan del tiempo que vivimos y son parte de nuestra historia.
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