Un fantasma recorre las calles de Gotham asesinando mendigos a dentelladas y dejando tras de sí un aroma inconfundible a azufre. Para combatir a esta entidad inmaterial, Batman se asocia con una mujer ciega. Juntos forman dos de los vértices de un extraño triángulo cuya tercera punta es la pesadilla que está desangrando los bajos fondos de la ciudad.
En 2010, Sam Kieth (Batman/Lobo) puso su sensibilidad y su lirismo al servicio de una peculiar historia de fantasmas dividida en cuatro partes. El resultado fue una de las versiones más melancólicas, desoladas y tiernas del Caballero Oscuro.