La colonia lunar ha conocido tiempos mejores, como uno de esos pueblos en los que ha dejado de pasar la carretera principal y su población se reduce día tras día. Las rondas de nuestro héroe, el poli lunar, son cada vez más cortas, y los casos por resolver, menos emocionantes: una chica que huye de casa, una anciana que pierde su perro, un autómata que se escapa del Museo de la Luna...