Catrina y su familia se han mudado a Bahía de la Luna porque su hermana pequeña, Maya, está enferma y esperan que el cambio de clima la beneficie. Aunque sabe que es necesario, no es un traslado que haga feliz a Catrina, hasta que las hermanas exploran su nueva ciudad y descubren un lugar lleno de aventuras, pues Carlos, su nuevo amigo, les revela un gran secreto: en Bahía de la Luna hay fantasmas.