En el corazón de la paradoja americana, entre la moral puritana más estricta y la ausencia total de escrúpulos a la hora de defender la hegemonía de los EEUU, dos amigos de la infancia ingresan en la CIA para una misión de alto riesgo: en plena Guerra Fría han de resucitar a la mafia rusa para luchar contra el comunismo desde dentro. Los Estados Unidos siempre han dominado el arte de crearse sus propios peores enemigos.