Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Reseña Inyección 2

Ya comentamos con el número anterior cómo Warren Ellis y Declan Shalvey ponían sus herramientas encima de la mesa con un sonoro golpe y nos dejaban vislumbrar cómo esta serie llega pisando fuerte como la sucesora de Planetary. Si en Planetary el pulp y la fantasía nos daba un mundo extraño que debían mantener así, los protagonistas de Inyección no sabemos si vivían en un mundo extraño, pero se han encargado de enredarlo.

Inyección 2 Portada

Inyección 2

Guión de Warren Ellis.
Dibujo de Declan Shalvey.
Rústica. 120 páginas. Color.
16,50€
Norma Editorial. 2017
Injection #6-10 USA. Image Comics.

Aún quedan muchas incógnitas por responder sobre qué es la Inyección, cómo funciona, cómo ha llegado hasta ahí o, mejor dicho, quiénes lo han puesto ahí, pero ya nos dieron una idea general en el tomo anterior con lo que en este segundo tomo nos centraremos principalmente en el personaje de Vivek Headland y en un caso concreto, lo que bien podría marcar la tónica general del resto de la serie en el futuro.

Inyección 2-1

Vivek será nuestro Sherlock Holmes particular, una mente analítica tan increíblemente dotada como amoral. Un viejo magnate de los negocios acudirá a sus servicios para recuperar el fantasma perdido de su antigua amante. A partir de aquí la cosa se complicará con cultos y conspiraciones secretas.

Viv es el protagonista de esta historia, pero Warren Ellis no dejará de lado a los otros cuatro protagonistas principales y seguiremos profundizando en la inyección, con nuevos datos sobre su procedencia, influencia y a dónde parece llevarnos. El enigma de la Inyección queda ahora no obstante en segundo plano. Warren Ellis ha preparado un misterio a largo plazo y es consciente que debe dar al lector algo para que se quede mientras. Después del bombardeo de información del primer número pisamos el pedal del freno y descansamos para disfrutar de este caso que nos da acción, humor ácido, conspiraciones y por supuesto, alguna de esas ideas que sólo Ellis puede tener.

Inyección 2

En la obra de Warren Ellis no encontraremos personajes con los que identificarnos. Ninguno nos resultará cercano o realista, pero todos son tremendamente atrayentes y cada uno tiene una rotunda voz propia. El caso de Vivek Headland es quizá el más extremo. Es uno de esos personajes de Ellis de molar y ciertamente que mola. Es carismático, desagradable y cínicamente cómico a partes iguales. Sabemos que el fuerte de Ellis no son los diálogos naturalistas, pero convierte esa presunta flaqueza en una virtud. Cada línea de texto está coreografiada para crear situaciones y oneliners de enmarcar. Esta habilidad es la que permite por ejemplo poder insertar humor (muy negro a veces) en una obra con la densidad de información de Inyección o dejar alguna puya sobre el magufismo o enseñarnos un Dr. Who (perdón, un Doctor) negro y mujer.

Declan Shalvey parece encontrarse muy a gusto con Ellis y aunque desde la página uno del tomo anterior ya se hubiera hecho con la serie y le hubiera dado su propia identidad visual, se permite experimentar y en este segundo arco tenemos un resultado visual sutilmente distinto. Perdemos los extensos fondos blancos y quizá la narrativa se centra más en el diálogo en lugar de la acción. Ayuda, claro está, la increíble habilidad para aportar significado narrativo de la paleta de Jordie Bellaire. La manera en cómo Shalvey soluciona el momento en el que Viv cuenta el supuesto trauma es sencillamente espectacular. Un lección de cómo solventar visualmente una larga parrafada monologada a la que pocos dibujantes llegan.

Inyección 2

Ya hemos visto antes como Ellis hace una gran historia con otras más pequeñas y parece que será lo que veamos en esta serie. Hay tanto que descubrir en Inyección que hay que experimentarlas por uno mismo. Sin duda una de las mejores series del momento.