Harley Quinn y El Escuadrón Suicida

 

Edición original: Harley Quinn and the Suicide Squad April’s Fool’s Special núm. 1 USA
Edición nacional/ España: ECC Ediciones
Guión: Rob Williams
Dibujo: Jim Lee, Sean Galloway
Entintado: Sean Galloway, Scott Williams, Sandra Hope, Richard Friend
Color: Sean Galloway, Alex Sinclair
Formato: Grapa, 32 páginas
Precio: 1 €

 

Este primer y caluroso domingo de agosto os traigo una reseña rápida, una crítica “flash” de un cómic muy breve y sencillo que ha llegado a las librerías hace una semana, y que por la película “Escuadrón Suicida” está de plena actualidad. Mi humilde misión es, tras la avalancha de cómics del Escuadrón Suicida que nos ha traído ECC Ediciones este mes, ayudaros a dilucidar si éste del que hoy hablamos merece la pena, e ir aplicando nuestros particulares y personales filtros.

“Harley Quinn y el Escuadrón Suicida” es un número especial que nos sirve de toma de contacto con Harley Quinn para los que todavía no conozcan nada del personaje. Es sin duda alguna, un tebeo perfecto para los que han visto la película y tienen ganas de más Harley Quinn, tras la enorme y carismática interpretación de Margot Robbie, pero no se atreven a gastarse quince o veinte euros en un tomo del Escuadrón Suicida o de la serie regular de la propia Harley Quinn en este caso concreto. Ese es el mejor resumen que puede hacerse de este cómic, que en su edición original se editó como un especial “April´s Fool”, que en EEUU es el “día de las bromas” o para nosotros inocentadas pero en otra fecha diferente, algo bastante común en las editoriales en general, no solo en DC Comics, y muy acertado por cierto para un personaje como Harley Quinn.

Rob Williams, que es el encargado de escribir la nueva etapa del Escuadrón Suicida tras Rebirth, cuya primera reseña por cierto tenéis aquí, nos hace esta vez un número corto, que se lee en un suspiro, pero divertido. A pesar de que Williams está poco acostumbrado a tratar y escribir sobre Harley Quinn, se permite incluso el lujo de profundizar, o más bien hurgar un poquito en la psique del personaje, mostrándonos sus motivaciones actuales, y de paso humanizando un poquito más al personaje, en términos de realismo y construcción psicológica. Por supuesto, no faltan las “macarradas” y travesuras varias típicas de la payasa más loca del universo DC, como por ejemplo surfear en ManBat por toda la ciudad, como bien ilustra la portada del cómic, obra de Jim Lee. Cierto es que el título puede resultar un poco confuso, puesto que del Escuadrón Suicida no vemos nada, o prácticamente nada hasta el final, cuya “sorpresa” por decir algo, no os voy a desvelar. Este tebeo está por lo tanto centrado específicamente y de forma única en Harley Quinn, así que esto es algo que debéis conocer y tener en cuenta antes de adquirirlo y leerlo. Si estáis interesados en un cómic del Escuadrón Suicida como tal, es decir, como equipo, ECC Ediciones ha publicado otras alternativas este mismo mes mucho más acertadas para ese caso concreto. Además, os recomiendo que os paseis, si no lo habéis hecho ya, por el artículo de mis compañeros Pedro Monje y Jordi Molinari, que han hecho un excelente análisis de la historia del Escuadrón Suicida desde su nacimiento hasta la actualidad y lo que está por venir.

En el apartado artístico tenemos al gran y conocido por todos Jim Lee, cuya aportación al cómic es entintada por nada más ni nada menos que tres artistas: Sandra Hope, Scott Williams y Richard Friend, y coloreado por el mítico Alex Sinclair. Sean Galloway se lo guisa y se come en dibujo, color y tinta en su aportación al tebeo, que va concretamente de la pagina once a la veinte. Puesto que el jefazo Lee, que aquí por cierto hace un buen trabajo, aunque un poco lejos lógicamente de su mejor época, es de sobra conocido, voy a dedicar las últimas líneas de esta reseña a Sean Galloway, que ha tenido la suerte además de ilustrar la parte más divertida del guión de Williams. Galloway es un joven artista al que hemos podido ver muy poquito en DC o Marvel, salvo en su trabajo de portadista, y cuyo estilo animado es una delicia digna de admirar y disfrutar. En este número en concreto, Galloway realiza un trabajo que en manga se llamaría “superdeformed”, con diseños miniaturizados e infantiles de los personajes, es decir, a lo Skottie Young para que me entendáis. Esperemos que a Galloway le surjan más oportunidades en DC tras este buen trabajo.