‘Puertadeluz’, Bustos no para

Co-autor junto a Santiago García de una de las obras de mayor relevancia que, siempre a juicio mío, claro, ha conocido el tebeo español en los últimos años —la excelsa ‘¡García!’— Luis Bustos no descansa, y tras lo que ha parecido ser un período de tiempo ínfimo desde que apareciera el segundo de los dos volúmenes de la serie sobre el singular superhéroe patrio, el artista madrileño vuelve a la carga con una obra en la que, como autor completo, vuelve a dejarnos completamente boquiabiertos como ya hiciera hace años con la espectacular ‘Endurance’.

Enmarcada en un futuro no muy lejano y bajo una opresiva ambientación post-apocalíptica en la que nuestra sociedad se ha ido a tomar viento fresco, ‘Puertadeluz’ gira en torno a Alicia, una adolescente de 14 años que, sin saberlo, está a punto de abrir la caja de Pandora. Pero la protagonista, que vive junto su padre y hermano pequeño en la urbanización que da nombre al tebeo, es sólo uno de los muchos vértices sobre los que orbita incesante un relato en el que la intriga y el desconocimiento pleno de lo que va a ocurrir al pasar la página son factores que hacen de la lectura un hecho apasionante. Ya sólo el que esté ambientada en ese futuro incierto y distópico en el que transcurre todo, hace que el tránsito por las 128 páginas que conforman este espléndido volumen sea una gozada constante, sobre todo cuando detectamos aquí y allá los nada velados dardos envenenados que Bustos lanza hacia el modelo social actual desde ese reflejo pervertido y muy concreto que es la comunidad en la que habitan los protagonistas.

Al hacerlo, al conseguir que desde la perspectiva de lo que vendrá seamos capaces de reflexionar sobre el hoy que nos rodea, ese hoy corrupto y desigual que todos los días encuentra nuevas formas de sorprendernos —ya sea para bien o, sobre todo, para mal—, el autor consigue poner su nombre al lado de esos escritores que, en el seno de la ciencia-ficción, han sabido a lo largo de las décadas extrapolar comportamientos presentes para construir modelos futuros que sirvan a lectores o cinéfilos de incómodos vehículos de introspección. Y que quede claro, ‘Puertadeluz’ es incómoda, y genera cierto malestar que, por supuesto, y como pasa en los grandes títulos del género, es superado con mucho por la fascinación que despierta de manera constante.

Una fascinación que, al ser esto un tebeo, no sólo se deriva de la historia que se nos cuenta, sino de cómo se nos cuenta esa historia. Y en ese «cómo» es donde surge el Bustos más feroz y sobresaliente; el que sabe cómo manejar el tempo narrativo a placer; el que con cuatro líneas y dos manchas negras estructura una página; el que maneja las sombras y las luces a su antojo; el que, en definitiva, ya nos dejó anonadados con su relato sobre la expedición ártica, superó hazaña primero con la espectacular ‘Versus’ —un cómic pugilístico editado por Entrecomics que es, sin duda, su obra más reivindicable—, después con la citada ‘¡García!’ y que aquí, en unas planchas portentosas, nos agarra por las gónadas y nos mantiene al borde de ese abismo al que no queremos asomarnos pero del que no podemos apartar la mirada cuando lo que vemos en él es un talento acojonante. De lo mejor de este año, sí señor.