Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Reseña Marvel Saga: Daredevil #8. Hardcore

Brian Bendis y Alex Maleev nos dieron una larga y recordada etapa en Daredevil que se extendió por más de 50 números. Con Marvel Saga: Daredevil #8. Hardcore nos situamos aproximadamente en la mitad del viaje y los autores ya le han cogido la medida a la Cocina del Infierno.

Reseña Marvel Saga: Daredevil #8. Hardcore portada
Marvel Saga: Daredevil #8. Hardcore
Guión de Brian Michael Bendis
Dibujo de Alex Maleev, Gene Colan, Lee Weeks, Joe Quesada, David Mack, John Romita, Mike Avon Oeming y Klaus Janson.
Cartoné, 136 páginas. Color
15€
Panini Cómics. 2017

Todas las piezas están sobre el tablero, pero quizá más esparcidas caóticamente que colocadas en su lugar, al menos bajo el punto de vista de Matt. A los problemas por intentar desmentir sus identidad, se le une una acusación de asesinato, el regreso de Kingpin y la presencia de Milla Donovan, su nuevo interés romántico. A esto le sumaremos dos viejos enemigos del pasado de Daredevil para complicar mucho las cosas.

La primera de ellos es Tifoidea, un personaje que hasta ahora parecía acotado al uso exclusivo de su creadora Ann Nocenti. Bendis prescinde aquí casi por completo del trasfondo reivindicativo del personaje para centrarse más en el juego peligroso que aporta su frágil salud mental. Con menos ropa y más violencia, Tifoidea contribuirá a complicar esa vorágine en la que se ha convertido la vida de Matt Murdock, mientras la carrera de Kingpin por recuperar su trono continúa inexorable.

Reseña Marvel Saga: Daredevil #8. Hardcore 01

Prefiero no desvelar la identidad del segundo gran villano retornado del pasado, pero creo que dejo caer una pista si digo que su presencia constituirá el bautismo de fuego definitivo de Milla como novia de Daredevil.

Hablaba en la anterior reseña de Bendis como el guionista de Schrödinger, porque escribe muchísimo texto y aún así la historia avanza despacio y se lee en un santiamén. Pues bien, rizando el rizo de esa contradicción con patas que es Bendis como guionista, nos da una nueva dimensión a esto y consigue una trama en la que todo sucede lento y rápido a la vez. Milagrosamente, para desarrollarse todo tan lentamente, todo pasa vertiginosamente. En Marvel Saga: Daredevil #8. Hardcore la trama no avanza en exceso pero pasan muchas cosas y muy rápido, de golpe… y es que hablando de golpes, Brian Bendis es el maestro de los golpes de efecto. Cuando parece que estamos pillándole el truco, nos abre en la cara otra caja de sorpresas para no dejar que nos detengamos. No dudará en despertarnos con una bofetada en forma de cliffhanger y en este tomo llega a tener los redaños de sorprendernos dos veces con el mismo cliffhanger. Ya lo conocemos y sabemos que es tramposo, pero hay tahures a los que hay que ver jugar. Recurrirá a todo tipo de trampas estructurales y trucos para dar más interés (aunque sea aparente) a sus personajes. La verdad es que la solidez de sus recursos es bastante escasa en un análisis con cierto detenimiento, pero es un maestro del efectismo y consigue atraparte en su red de trucos sucios

Reseña Marvel Saga: Daredevil #8. Hardcore 02

El que sí es sólido como un pilar de granito es su compañero de armas Alex Maleev. Contra todo pronóstico, su estilo con un fuerte deje de fotorrealismo resiste diálogos interminables, monólogos y escenas de acción por igual. Es muy normal que un dibujante con tendencia al fotorrealismo pueda resultar acartonado, pero Maleev tiene una inusual habilidad para “colocar la cámara” de modo que , pese a seguir teniendo un halo de instantánea, podemos adivinar, el movimiento, la miradas y las expresiones con total fluidez.

Pero si no nos basta, Marvel Saga: Daredevil #8. Hardcore, contiene el número 50 USA de Daredevil, en el que encontramos una pelea entre el Diablo de la Cocina del Infierno y Kingpin con una secuencia de páginas de dos viñetas ilustradas por algunos de los mejores dibujantes que han pasado por la serie: Gene Colan, John Romita, Klaus Janson, Lee Weeks, Joe Quesada, David Mack o Mike Avon Oeming. Con esto concluye por todo lo alto un tomo que con todas sus trampas, sigue siendo una lectura cautivadora que justifica que esta etapa se haya convertido muy rápidamente en un clásico moderno.