Es la hora de las tortas!!!

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Reseña Marvel Gold. Los Defensores: Los Hombres Cabeza

Hacía tiempo que no leía un tebeo anterior a 1980. Tenía el recuerdo de que en los 60 y los 70 los tebeos eran muy simples e infantiles y no me cabe duda de que lo eran en su gran mayoría. Sin embargo, del mismo modo que en cine se aprovecharon del western como producto de consumo para colarnos películas que hablaban de otras muchas cosas, como Centauros del Desierto o Río Bravo, en la Marvel de los años 70 hubo una serie de autores a los que el género se les quedaba pequeño. Steve Englehart, Jim Starlin o un joven Claremont dejarían una huella imborrable, pero había una mente particularmente más preclara y trastornada a la vez en Marvel en aquella época. Su nombre era Steve Gerber y junto con Howard el pato, Los Defensores es su obra más grande. Marvel Gold. Los Defensores: Los Hombres Cabeza cierra su etapa en el no-grupo más grande de la historia.

Marvel Gold. Los Defensores: Los Hombres Cabeza portada

Marvel Gold. Los Defensores: Los Hombres Cabeza

Guión de Steve Gerber, Bill Mantlo
Dibujo de Sal Buscema, Mike Esposito, Klaus Janson
Rústica con solapas. 304 páginas. Color
28€.
Panini Cómics. 2017
Contiene The Defenders 30-41 (1975-1976), Annual 1 y Marvel Treasury Edition 12 USA

Como calentamiento tenemos un capítulo de Bill Mantlo enfundado en el absurdo de Gerber para enfrentar a Los Defensores a Tommy el bailarín, una suerte de trasunto de Fred Astaire o Gene Kelly con matones y robots retro que pegan a Los Defensores con su bastón mientras bailan… y todavía no hemos llegado a la parte de Gerber.

Marvel Gold. Los Defensores: Los Hombres Cabeza 01

La sinopsis de Marvel Gold. Los Defensores: Los Hombres Cabeza vendría a ser algo así: Un grupo de villanos cuyo rasgos común es cambiar de cuerpo sus cabezas secuestran a Halcón Nocturno para hacerle un transplante de cerebro, que forma parte de un plan de conspiración mundial. Mientras, el alien Nebulón trata de subyugar a la tierra librándolos de su libre albedrío mediante la impartición de seminarios donde convence al mundo de que son payasos. Los Defensores estarán en medio de todo y por el camino tendremos elfos con pistola, cervatillos cabreados, experiencias extracorporales, drogas amplificadoras de la mente, hombres pez filósofos y hasta al presidente Gerald Ford.

Tengamos claro que por mucho que Steve Gerber fuese un guionista bastante adelantado a su tiempo, Marvel Gold. Los Defensores: Los Hombres Cabeza no deja de ser un tebeo de finales de los 70 con todos los vicios que esto puede conllevar. Algunos como como los textos reiterativos que explican lo que estamos viendo o los constantes resúmenes del capítulo anterior resultan algo anacrónicos, pero incluso en esto Gerber iba un paso por delante de sus contemporáneos. Afortunadamente, los diálogos en off tipo caption son muchos menos abundantes que en otras obras y ciertas reiteraciones en boca de los personajes contribuyen a aumentar la atmósfera surrealista del cómic. Era común también la estructura de la historia en torno a minisagas que se continúan en lugar de una gran saga, pero Steve Gerber hace un híbrido para que cada fragmento vaya poniendo una nueva tesela en un mosaico mayor. Gerber trabaja con los códigos de la Marvel de los 70, pero sabe que ya no sólo los niños leen estas historias. En las universidades y otros círculos los cómics Marvel comienzan a ser muy populares y ésta es la ocasión para colar alguna que otra temática más adulta o simplemente loca, camuflada bajo los recitales de mamporros. Será la ocasión para dar rienda suelta a su delirante imaginación y dejarnos caer todo tipo de ideas: Un seminario de autoayuda donde se lava el cerebro de la gente para convertirlos en payasos, coqueteos sutiles con las drogas, alusiones al psicodrama y curiosa reflexiones acerca de la percepción de la realidad, la ilusión de libertad o incluso un torpe acercamiento al feminismo. Todo esto en vuelto en la más surrealista imaginería que es capaz de pergeñar y mientras Halcón Nocturno se pasea todo el tomo con su cerebro en una ensaladera.

Marvel Gold. Los Defensores: Los Hombres Cabeza 02

Todo este festival sería la mitad de efectivo sin la intensidad de Sal Buscema. Con Buscema todo es un gran drama. Hasta las peleas de niños son una epopeya con los lápices de Buscema. Tras las inconfundibles tintas de Jim Mooney, uno de sus compañeros habituales en los 70 y 80, la labor del acabado corre a cargo del aún más singular Klaus Janson. Toda la teatralidad de Buscema se una a la potencia del claroscuro y la pincelada sucia y contundente de Janson en un resultado que cuesta creer. Pero quizá lo mejor de la rotundidad del resultado gráfico es que resulta tan intenso y sobrecogedor que da la sensación de que Buscema se tomara en serio los delirios de Gerber, casi como si no entendiera la broma, pero contribuyendo a hacerla aún más bufonesca.

Como no podía ser de otro modo, la trama concluirá en un disparatado Rosario de la Aurora en el que no falta de nada entre guantazo y guantazo. Culmina este tomo una historia que une a Los Defensores y el Pato Howard, que pese a lo prometedor de la premisa, no llega a la altura del resto de las historia.

Marvel Gold. Los Defensores: Los Hombres Cabeza 03

Es la segunda vez que leo estos tebeos. La primera vez fue hace más de 30 años y os prometo que la historia va mucho más allá de lo que recordaba. En los mismos tebeos hay una historia para un niño que acaba de empezar a la leer y para un casi cuarentón sorprendido de que se pudieran hacer cosas como Marvel Gold. Los Defensores: Los Hombres Cabeza en la Marvel de los 70.