Hellblazer #01 (Renacimiento)

Con la llegada de Renacimiento también le llegó una nueva oportiunidad a John Constantine de tenre serie propia. ¿Se aleja de la sombra de su pasado? ¿Ofrecera nuevos puntos de vista?

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Edición original: The Hellblazer: Rebirth núm. 1 USA (one-shot), The Hellblazer núms. 1 a 6 USA.
Edición nacional/ España: ECC Ediciones.
Guión: Simon Oliver.
Dibujo: Moritat, Pia Guerra.
Entintado: Jose Marzan Jr.
Color: Andre Szymanowicz, Moritat, Carrie Strachan, Tony Aviña.
Formato: Rústica, 160 págs. A color.
Precio: 14,95 euros.

 

Con los Nuevos 52 John Constantine estrenó nueva serie en la que se dejaba atrás el apelativo de Hellblazer, tan característico de su éxito en el sello Vertigo, para titularla simplemente Constantine. La serie duró 13 entregas y pasó sin pena ni gloria entre todas las series de los Nuevos 52.

Con Renacimiento DC vuelve a la carga y de nuevo concede y lanza serie en solitario de tan carismático personaje, recuperando el título de Vertigo: Hellblazer, en un intento de recuperar lo que se perdió en los Nuevos 52. ¿Podrá un cambio de título devolvernos al John Constantine de su etapa en Vertigo? Veámoslo.

John Constantine debutó en La Cosa del Pantano de Alan Moore, como un secundario relacionado con las artes místicas, un inglés de aspecto similar a Sting, mordaz, egocéntrico y con la idea de que el fin justifica los medios. Con este pedigrí no tardó en cautivar a los aficionados y en su serie en solitario, dentro del sello Vertigo, llegaría a alcanzar el éxito gracias a los excelentes autores que supieron explotar el potencial de la creación de Alan Moore. Gente como Garth Ennis, Brian Azzarello, Peter Milligan o Warren Ellis son algunos de los escritores que, en algún momento de su extensa colección, fueron amos y señores de los devenires de Constantine. Y es precisamente este pasado el que, hoy por hoy, le pone la zancadilla al personaje y a sus nuevas series.

Si John Constantine no tuviera este pasado plagado de excelentes sagas, en las que sus autores eran capaces de desarrollar no solo al personaje, sino toda su mitología interna, su serie de hoy no se vería aplastada por la sombra que proyecta dicho pasado. ECC recopila los primeros seis números de la serie, más el especial Renacimiento, en un tomo que de nuevo se ve superado por la etapa del personaje en Vertigo.

Sin embargo, hay que matizar algo, porque si este número cae en manos de un nuevo lector, ajeno al pasado de Vertigo del protagonista, y está interesado en las series de temática sobrenatural, se va a encontrar una serie que no se indigesta mucho, con una historia no muy novedosa, en la que su escritor, Simon Oliver, desarrolla unos diálogos que compensan la falta de originalidad del conjunto y que terminan por mantener la atención del lector a lo largo de todo el número.

Pero si se trata un lector que haya leído antes la serie de Hellblazer de Vertigo, se va a encontrar profundamente decepcionado con esta nueva incursión en solitario de Constantine, por la simple circunstancia de que va a caer de inmediato en la comparación. Aquí no va a encontrar al John Constantine de Vertigo, sino a un John más mundano, que hace cosas, pero que se define a si mismo gracias a la insistencia de los demás personajes que lo rodean, criticando su forma de ser y recordándonos, una y otra vez, lo mal bicho que puede llegar a ser si las circunstancias lo requieren. El personaje no está caracterizado por sus acciones, sino por lo que cuentan de él y eso rompe por completo la ilusión de encontrarnos algo similar a lo que se hizo en Vertigo con Constantine.

La verdad es que también es el momento de pasar página, de mirar al futuro y de enfocar a Constantine de otra forma. No podemos quedar atrapados en la comparación y debemos dejarnos llevar por este nuevo enfoque, que puede o no gustar, pero que es un camino que se ha de recorrer de alguna forma para empezar a alejarse de su pasado. Así que tenemos estos enfoques, bipolares, por lo que se puede pensar que caben dos valoraciones diferentes, pero por desgracia no es así.

La serie, por mucho que queramos convencernos de que se trata de un nuevo punto de vista, está muerta en cuanto a intensidad, pues argumentalmente Oliver no logra plantearnos un escenario que resulte de verdad atractivo. Esa indigestión anteriormente comentada es más que patente por la pobre caracterización de los personajes de la que hace gala Oliver. Todos parecen estar cortados por el patrón del estereotipo, mostrando pocas dobleces, de forma que sirvan al propósito de una historia que acaba por resultar muy plana. No se percibe atmósfera alguna y por tanto la serie carece de personalidad propia.

Y es que esa falta de fondo visceral del que adolece se ve potenciada por el dibujo de Moritat y Pia Guerra, que aún siendo dibujantes más que solventes, resultan muy poco adecuados para una serie de corte mágico-demoniaco. Todo está muy limpio, muy luminoso, también por el uso del color de Andre Szymanowicz, Moritat, Carrie Strachan, Tony Aviña, por lo que cuesta en todo momento percibir la amenaza que se cierne sobre John en la trama en la que un Djiin pugna por recuperar el poder que un día le fue arrebatado. La serie se ve despojada de esta forma de su toque adulto y se alinea más al estándar superhéroico, perdiendo esa oscuridad sucia tan característica del personaje.

Un nuevo camino que es necesario empezar a recorrer, pero que de nuevo fracasa, al menos de momento, en el tono y la forma en la que se enfoca al personaje. No podemos tener una serie competente si no tenemos a un John competente que mantenga todo en su sitio. Falta más valentía a la hora de emprender nuevos enfoques. No se puede pretender lanzar una serie como Hellblazer, intentando desligarse del pasado, con un número especial Renacimiento, en el que el personaje hace uso de sus artes para emular lo que hizo en la etapa de Garth Ennis. Oliver debe ser más agresivo, más atrevido, osado, incluso temerario, si quiere de verdad marcar un nuevo camino en la vida editorial de tan importante personaje y en este primer tomo recopilatorio es algo que no logra.

Hellblazer ha bajado el listón y mira de tú a tú a otro tipo de lector, merecedor sin duda alguna de una serie de estas características, pero que no va a lograr convencer con este personaje ni a los nuevos lectores, ni a los veteranos.

  Edición original: The Hellblazer: Rebirth núm. 1 USA (one-shot), The Hellblazer núms. 1 a 6 USA. Edición nacional/ España: ECC Ediciones. Guión: Simon Oliver. Dibujo: Moritat, Pia Guerra. Entintado: Jose Marzan Jr. Color: Andre Szymanowicz, Moritat, Carrie Strachan, Tony Aviña. Formato: Rústica, 160 págs. A color. Precio: 14,95 euros.…
Guion - 5.5
Dibujo - 7
Interés - 5

5.8

Algo falla.

Hellblazer debe alejarse del pasado, peor debe hacerlo con propuestas de verdad arriesgadas donde la innovación sea la pauta a seguir.

Vosotros puntuáis: 6.56 ( 7 votos)
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Reverend Dust
Lector
22 julio, 2017 14:55

Pues a mí me parece que Moritat está HORRIBLE. Es que no dibuja dos John iguales. Os planteo como ejercicio observar la nariz de John en todos sus números. Tan pronto es chato como narigón, tan pronto aguileño como griego, tan pronto ganchudo como gorrinesco… Su indefinición de John es una perfecta metáfora de la etapa Oliver. A ver qué hace Seeley.

Reverend Dust
Lector
22 julio, 2017 14:57

(Luego ya lo del coloreado digitaloide y los efectos especiales, para darles de comer aparte. Es un pésimo tebeo de Hellblazer, pero es que en crudo es directamente un mal tebeo.)

Pedro Pascual Paredes
22 julio, 2017 18:01

Yo tengo tremenda confianza en lo que puedan hacer Seeley y Merino en la próxima etapa de Hellblazer. El diseño de Constantine por parte de Merino me parece el más correcto en años.

Un saludo y gracias Gustavo por la reseña