Lazarus, tomos 1 al 4

Reseñamos los cuatro primeros tomos de Lazarus, la serie de Greg Rucka y Michael Lark para Image que está publicando Norma en España.

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El mito de Lázaro es uno de los más conocidos del Nuevo Testamento, a saber, el del amigo de Jesucristo que resucita al ir este a visitar su tumba días después de su entierro. Esta historia ha tenido mucha repercusión en la iconografía artística a lo largo de la historia en un gran número de medios, desde los más clásicos como la pintura (“La resurrección de Lázaro” de Caravaggio por ejemplo) o la poesía (de hecho la conocida frase “levántate y anda” se la debemos en realidad asociada a este mito por Gustavo Adolfo Becker) hasta los más recientes como el cine (como Proyecto Lázaro), títulos de capítulos de series (Lazarus Rising de Supernatural que me venga a la mente), un gran número de canciones (David Bowie) o capítulos de cómics (incluso de Lobezno), es decir, Lázaro es un referente habitual en el arte y su significado es el de la resurrección.

Está claro que al encontrarnos frente a una serie llamada Lazarus algo de resurrección va a haber, pero los autores son engañosos con el tema ya que su importancia va menguando y creciendo según el enfoque que le da el autor a cada uno de los arcos argumentales, eso sí, de religioso tiene poco, es más ciencia-ficción, y la mitología que utiliza es en realidad una exageración del camino que está tomando el mundo en las últimas décadas, un “futuro posible” basado en el avance de las empresas, la globalización y mezclándolo con una especie de sistema monárquico sin ataduras a un pedazo de tierra concreto pero con una fuerte vinculación familiar que también recuerda a la mafia en cierta medida. Eso sí, los autores no se meten en profundidad a explicar lo que ha pasado en el mundo, al menos no aun.

El lanzamiento de Lazarus se ha de enmarcar dentro de el alzamiento de una nueva etapa en la editorial Image que en cierta manera viene a sustituir lo que el famoso sello de DC llamado Vertigo nos trajo en años anteriores, esto es obras de autor con una calidad inmensa. Si bien el éxito de Image viene a suplir una carencia en el mercado estadounidense no podemos ser ingenuos y analizar esto solo como un hecho puntual, The Walking Dead marcó un punto de inflexión importante que otorgó poder a esta editorial especial e independiente, su visibilidad actual supone para muchos autores un refugio para sacar sus propias ideas a la luz, lejos del cruel mundo del mainstream, pero no seamos ingenuos también con este tema, el triunfo de la serie de televisión y del cómic supone una fuente de ingresos importante para los autores que no se da en ninguna de las grandes, lo que hace que quien ya tiene un renombre busque obtener lo mismo que Robert Kirkman tiene a día de hoy, es natural.

En este caso es necesario hablar de la televisión ya que muchos autores que se fueron a Image intentaban precisamente eso, que sus series acabaran en la pequeña pantalla engrosando la lista de adaptaciones aun más, es decir, que siendo un autor independiente te compren los derechos es hoy en día algo viable, o por lo menos lo parece más que antes. Esto viene a cuento porque la intención de Lazarus era la de ser una serie de cómics y de televisión, así lo manifestó siempre su creador y prueba de ello es que los propios Greg Rucka y Michael Lark vendieron los derechos para realizarla a Legendary Entertaiment apareciendo ellos como productores ejecutivos y Rucka además participa en el guión de su episodio piloto, si bien es cierto que últimamente poco se ha sabido de este tema, Rucka, que ya tiene experiencia en esto de las adaptaciones, afirmaba en su día estar muy contento con el camino que seguía el proyecto. Mal no irá cuando se han anunciado una serie de productos sobre la serie así como un spin off de la misma, X+66, limitada a seis números que pretenden explorar diversos aspectos del mundo de Lazarus. De todo ello nos hablaban Sergio Aguirre y Pedro de Mercader aquí

Aunque a priori podamos pensar que este boom de Image genera una visibilidad a sus series lo cierto es que encontramos otro ligero problema que a mi parecer a afectado un poco a Lazarus, es la coincidencia en el tiempo con otras series independientes de gran calidad. En Estados Unidos Lazarus salió a la venta a la par que estrenos de autores que estaban llamando la atención en las grandes editoriales como el East of West de Jonathan Hickman, Sex Criminals de Matt Fraction o Ciencia Oscura de Rick Remender, si a esto le sumamos las que ya estaban como Saga o Revival y las que se habían anunciado como Bitch Planet, Trees o Southern Bastards por citar algunas, lo que se puede concluir es que Rucka y Lark se metían en un mercado muy competitivo que les dificultó un poco alcanzar esa llamada de atención que toda serie pide. En España pasó algo parecido, si bien las series llegan aquí a diferente ritmo la coincidencia y las limitaciones económicas de los compradores siguen siendo un problema, yo mismo recuerdo que me costó elegir qué tomos compraba esos meses, pero la diferencia con otras series, incluso algunas de las citadas (y eso que son de las mejores) es que mientras el resto ofrecen unos primeros números espectaculares había suerte si lograban mantener la calidad y con Lazarus pasa al contrario, cuanto más avanza mejor es.

Greg Rucka no es nuevo en esto de contar historias y no pretende llamar la atención con un primer arco de fuegos artificiales, hay mucho que construir y las cosas se deben hacer poco a poco para que el castillo no se desmorones al primer año, de ahí que cuando nos hacemos con la situación es cuando de verdad la serie muestra su potencial. Lazarus tiene es sello Rucka desde las primeras páginas, ese tono noir con conspiraciones pero que va más allá del género con una protagonista femenina fuerte tanto física como mentalmente, con una presencia arrolladora sin ser estática, es decir que investiga y cuestiona lo que le rodea. Esto ya lo vimos en otras obras suyas como su famosa y premiada con un Eisner Queen and Country o la que fuera adaptada al cine Whiteout (por la que también gano un Eisner). Su trabajo en Marvel y DC ha sido muy bien aceptado y tira mucho al género negro con personajes como Daredevil, Batman o Punisher, aunque le a dado a muchos palos está claro que sus obras personales tienen unas características determinadas que no se ven tanto en las obras para las dos grandes como por ejemplo su manera de cuestionar los sistemas y los gobiernos instaurados, de hecho el movimiento Occupy fue una de sus influencias a la hora de escribir este Lazarus.

Por su parte Michael Lark es un dibujante con un estilo muy característico que se ha paseado por las diferentes editoriales firmando trabajos de mucha calidad como Daredevil en Marvel o Gotham Central en DC, precisamente en esta última es donde comienza a trabajar con Greg Rucka. Aunque su trabajo pasado es muy bueno, en Lazarus parece soltarse la melena con una narrativa digna de los mejores elogios para una serie en la que la acción es muy importante, una acción que pasa del combate armado al combate físico en menos de una página. Pero no solo en la lucha es tremendo, Lark narra perfectamente la quietud en los diálogos de la parte política y de la parte científica, desde beber de una copa hasta coger unas gafas el dibujante tiene una facilidad increíble para hacernos ver el movimiento.

Aunque a veces en las reseñas nos los solemos dejar de lado en este caso hemos de dar mucha importancia a la labor de Santi Arcas como colorista, a parte de embellecer en trabajo de Lark, los cambios en las tonalidades conllevan cambios de escenario y nos hace diferenciar solo con un primer vistazo dónde se está situando la acción en cada momento ya sea en distintos exteriores como distintos interiores, esto es muy importante si tenemos en cuenta que la base argumental del cómic es precisamente la descentralización territorial de las diferentes familias, es decir, hay territorios propiedad de una misma familia que están comunicados de forma digital pero lejos, en distintos puntos del planeta. El trabajo de Arcas le da un toque muy especial al conjunto de la obra sin el que no sería la misma.

A fecha de hoy Norma Editorial ha sacado en España cuatro tomos de la serie que llegan hasta su número veintiuno, en este texto analizaremos esos cuatro tomos, con lo que no habrá spoilers sobre lo que sucede en la colección en su país de origen. Empecemos.

LAZARUS UNO: FAMILIA

 

Edición original: Lazarus #1-4 USA
Edición nacional/ España: Norma Editorial
Guión: Greg Rucka
Dibujo y entintado: Michael Lark, Stefano Gaudiano y Brian Level
Color: Santi Arcas
Formato: Rústica, 104 págs.
Precio: 14€

 

No deja de ser curioso que en un mundo como el de hoy donde muchos autores tratan de alcanzar al publico mediante conceptos y maniobras complejas que atraigan su atención Greg Rucka decida dar un primer número a Lazarus donde lo que prima es la acción, aunque claro teniendo a Michael Lark como dibujante lo difícil es no quedarse anonadado viendo sus dibujos. Los autores nos introducen en este complejo mundo mediante algo simple: el supuesto asesinato de una mujer, un asesinato que no es tal ya que, como dicta el nombre de la obra, la mujer resucita, se levanta y mata a los tres hombres de los cuales solo sabemos que están buscando comida. Hasta aquí todo muy característico del autor, sobretodo cuando la protagonista se cuestiona sus actos debido precisamente a que “solo querían algo para comer”, es decir, una vez más Rucka se aleja de estereotipos de Femme Fatale. Entonces solo cabe preguntarnos ¿quién es esta joven?.

Forever Carlyle es la Lazarus de la familia Carlyle, esto es una especie de arma y a la vez la cara visible de la parte militar de la familia, es una mujer de la propia familia que ha accedido a que su cuerpo sea modificado por una tecnología futurista a base de implantes diversos y que ha pasado gran parte de su vida entrenando para ser la mejor, para mostrar la fortaleza de su familia frente a las otras. Resumiendo, es una mujer fuerte física y mentalmente, que sigue órdenes de su familia, pues cada uno tendrá su papel, y las da a sus siervos, es su comandante, pero que duda, lo que es importante pues, aunque haya muchos elementos (que los hay) y muchos personajes (que también los hay) no debemos olvidar que esta es la historia de Forever.

Empezamos a saber del mundo poco a poco según pasamos páginas, la población se divide en tres tipos: familia, siervos y sobrantes, la clasificación habla por si sola, y todos ellos se distribuyen en diferentes zonas, esto es precisamente de lo que hablaba en la introducción, Rucka siempre ha mostrado en sus obras y en sus redes sociales una gran preocupación por la sociopolítica, el movimiento Occupy demuestra la fuerza de su influencia en la hora en la que el autor crea el mundo, la clasificación piramidal está clara y aunque su base sea económica, de hecho en una parte de este número se clasifica a los siervos como “ciudadanos documentados del dominio”, sus similitudes a las antiguas y no tan antiguas dictaduras son claras. Precisamente este mundo no deja de ser un tipo de extremo contrario al que el famoso movimiento se opone y al que en ocasiones parece que el mundo avanza.

Lo siguiente que toca es ir presentando a los que le rodean, principalmente su familia. Primero tenemos a James, un siervo de alto rango que trabaja directamente por la familia cuya función es la de cuidar en un sentido médico y científico que hace las veces de confidente, un falso confidente en realidad pues cada vez que Forever duda él se lo comunica a sus familiares. El primer familiar en aparecer es su hermano Jonah, su papel es el de dirigir los intereses de la familia en sus diferentes localizaciones y lo hace con mano de hierro, también parece bastante paranoico cosa que no es de extrañar, en toda buena familia monarquica cualquiera te puede acuchillar y más aun cuando tienes enemigos en el exterior porque sí, los Carlyle no son la única familia y las luchas de poder tanto dentro como fuera serán uno de los puntos fuertes de la serie.

Después llega Beth, esta hermana de Forever quizás sea la más amable con ella, es una experta científica, dirige esa parte de los negocios familiares, y la salud del Lazarus es una de sus preocupaciones. Luego está Stephen, la mano derecha de Malcom, el padre de la familia, y Johanna, de la que poco sabemos en el principio más allá de que tiene muy buena relación con Jonah y no es buena acatando las ordenes de su padre.

Los misterios se plantan en el segundo número y son básicamente dos (obviando todo el mundo que nos rodea claro) primero que Jonah y Johanna traman algo, por algún motivo les interesa entrar en guerra con la familia Morray, aunque sus intenciones son difusas, y el segundo es una insinuación que Jonah hace a Beth, la de que Forever no es en realidad de la familia, afirmación ante la que Beth reacciona de forma muy agresiva diciendo que de eso no se puede hablar. Con estas escenas se ve que este arco llamado “Familia” no es más que eso, una presentación de la familia Carlyle.

La trama familiar realmente empieza cuando Jonah insta a los demás a creer que los atacantes iniciales eran en realidad unos rebeldes alentados por la familia Morray, uno de sus competidores que quieren la tecnología de sus semillas. Jonah (y Johanna) quiere forzar una guerra con ellos pero su padre Malcom es más listo y tiene de su parte a Forever que es enviada a los Morray para solucionarlo todo. Estos la reciben de forma más agradable de lo que cabría pensar y Joacquim, el Lazarus de la familia Morray, la trata como una invitada porque sí, Rucka y Lark nos engañan muy bien con el primer número haciéndonos pensar que estamos ante una serie de acción cuando en realidad estamos ante algo con demasiados elementos como para definirlo de manera tan fácil.

Rucka crea cierta química entre ambos Lazarus pero deja claro que eso da igual, ambos son las armas de su familia y eso está por encima de todo. Joacquim en su caso es el sobrino del líder de la familia Morray, Edgar. La trama se complica pero se soluciona rápido, Malcom sabe que su hijo Jonah se ha aliado con los Morray, pero son hombres de negocios así que mediante su Lazarus hace un trato de comida por armas, así los Carlyle y los Morray reanudan su comercio después de años, pero hay una facción que no está interesada en ello, esa es la de Jonah y Johanna que envían a sus hombres a matar a los dos Lazarus para que el trato no llegue a buen puerto.

Llega aquí la parte más maquiavélica en el sentido original del término, el que se refiere a la obra original del filósofo en la que decía cómo debe ser un “buen” príncipe para mantener su poder, cuando el plan de los hermanos falla, Johanna pide a su guardaespaldas que le de una paliza y convence a su familia que todo fue idea de Jonah, que él la obligaba haciendo que a este no le quede más remedio que huir. Una obra maestra del cómic actual.

La edición de norma tiene un añadido al final, un preludio que había sido publicado en el catalogo de Previews muy ilustrador a la hora de saber lo que piensa Malcom de su hija Forever que se puede resumir en estas palabras: “no se puede querer un objeto como se quiere a una persona”, Forever ha sido construida bajo sus órdenes, ¿cómo?, aun nos queda algo para saberlo.

Quizás el fallo que se le puede sacar a este tomo es un fallo meramente comercial, a pesar de que hay acción la trama avanza lenta, se cuenta poco y eso hace que cierto tipo de público pueda cometer el error de alejarse de la obra frente a otras que utilizan más artificios. Rucka y Lark son aquí la definición de “lento pero seguro”, pero esta tranquilidad se verá rota según avancen los tomos.

LAZARUS DOS: ELEVACIÓN

 

Edición original: Lazarus #5-9 USA
Edición nacional/ España: Norma Editorial
Guión: Greg Rucka
Dibujo y entintado: Michael Lark y Brian Level
Color: Santi Arcas
Formato: Rústica, 128 págs.
Precio: 15€

 

Con el segundo volumen de la serie los autores optan por cambiar ligeramente de tercio, se deja de lado la parte fuerte de la intriga familiar, aunque algo hay, para explorar el mundo creado así como el pasado de Forever. No esperéis una explicación de cómo se llega a esto, tampoco es que haga mucha falta si nos lo tomamos como una evolución natural (y esperemos que exagerada) del capitalismo globalizador actual, realmente es más interesante que nos expliquen el funcionamiento de esta sociedad y cómo se producen los saltos entre sus clases sociales. De eso va “Elevación” de como un sobrante pasa a ser siervo, pero también de la forma en que Forever llega a ser el Lazarus de la familia.

Empezamos pocos días después de la huida de Jonah y nos centramos en tres escenarios, en el presente Forever sigue el rastro de su desaparecido hermano en el territorio de Johanna la cual a su vez está realizando un nuevo complejo para volver a ganarse el favor de su padre, por otro lado tenemos a un grupo de personas formado por una familia más algún agregado que quieren llegar desde Montana a Denver para ser siervos de la familia Carlyle. En el pasado vamos asistiendo al cruel entrenamiento de una niña llamada Forever de camino a convertirse en una máquina de matar. El mundo de Lazarus se expande así en el tiempo y en el espacio, este tomo nos demuestra la capacidad de creación que tiene Rucka, también veremos que hay rivalidades que no se solucionan con un simple tratado pero que todos tiene reglas que cumplir, es impactante ver, en el sentido de demostración de poder, como un hombre dispara de motu proprio a Forever desde la frontera de una familia no aliada, ella dice que ha sido una afrenta que solo se soluciona con la muerte del que disparó o la guerra, así, los sirvientes de la familia rival matan a su compañero a sangre fría. Es un poco lo que vimos en el tomo anterior, la jerarquía está formada de tal manera que un siervo está por debajo incluso de un miembro de la familia contraria pero también nos muestra lo frágil que es la paz entre familias.

Lo mejor de este arco es ver como todas las historias separadas se van desarrollando en su línea para acabar convergiendo en una única historia con muchos matices. El grupo de sobrantes de Montana pierde parte de su cosecha y terrenos por una inundación, no tiene forma de pagar los altos impuestos de la familia Carlyle con lo que responden a la llamada de ascensión de Johanna a ver si alguno de ellos llega a siervo y soluciona los muchos problemas de su familia, el viaje es duro y la competencia al llegar aun más. Pero esta no es la única forma de conocer el mundo, no todas las personas son iguales y Rucka no es tonto, hay otros sobrantes que se las ingenian para entrar en el complejo de Johanna de vez en cuando e ir robando cosas para el mercado negro, por desgracia tienen la mala suerte de que Forever esté por ahí y les descubre, aunque solo captura a una que hace de señuelo ofreciendo servicios sexuales a los guardias, la intención de nuestra Lazarus es descubrir toda la trama de robos que hay detrás y por eso deja al resto escapar. Con ello también dejamos escapar un poco el tema de la huida de su hermano pero, como hemos visto, no hay prisa.

Mientras vemos como Forever se desenvuelve con otras personas en este entorno Rucka y Lark nos enseñan cómo ha sido entrenada para llegar a ser así, un entrenamiento en diversas disciplinas que en muchas ocasiones incluyen tanto la tortura física, como se puede ver en las imágenes de arriba, como psicológica reflejada en frases como “no le digas que he llorado” o cuando la pequeña le pregunta a su instructora, como una madre para ella, “Si padre te ordena que me mates ¿lo harás?” a lo que esta contesta “”.

En cierta manera este tomo es casi opuesto al anterior, el primero comenzaba con mucha acción para ir relajándose, con Forever como una de las preferidas de la familia, poniendo por delante el diálogo y la presentación de los personajes hacia el final del mismo. Por otro lado, este comienza con calma, presenta el mundo, pues los personajes nuevos que aparecen no tendrán relevancia por lo menos a corto plazo y nos habla de la maldad de la familia con Forever cuando esta era pequeña, pero según avanza crece el ritmo y la violencia.

Los dos últimos números que componen el tomo nos llevan a la elevación de Forever a Lazarus, aun de niña ya cumplía misiones en la que mataba a muchos agentes enemigos, tras una de ellas Malcom decide que esta preparada para enfrentase a su entrenadora, es su última oportunidad pues ya había fallado en el pasado, pero como ya sabíamos, Forever gana y como premio se lleva la espada de la familia Carlyle y la posición que ahora ostenta. Eso sí, decide no matar a su instructora lo cual casa con lo que vemos en el presente, esto es, sus dudas y su caridad (relativa, teniendo en cuenta la crueldad de la familia a la que pertenece).

Todo esto se va hilando con las dos tramas del presente, Forever hace su trabajo y lo hace muy bien, descubre que detrás de esos robos de sobrantes hay una trama para realizar un posible atentado contra la familia el día de la elevación, aunque logra dar con la célula responsable no consigue la información suficiente para saber quién lleva la bomba, aquí es donde encontramos la línea que une presente y pasado, en el miedo que tiene Forever a fallar a su padre, Malcom, el cual la presiona igual que hacía cuando la pequeña se entrenaba, pero aun con los avisos y el aumento de la seguridad no es sencillo controlar a las miles de personas que van a la elevación.

Vamos viendo como viven los sobrantes esperando la elevación, hacinados en coches o caravanas con los útiles justos, desesperados y cuya única atención sanitaria es la de un pequeño grupo de monjas que trabajan bajo el permiso de la familia Carlyle. El grupo que seguimos llega a Denver y llegan mal, habiendo perdido a una hija por el camino se las intentan arreglar como pueden, uno de ellos tiene conocimientos médicos y ayuda a las monjas, esto le lleva a él y al resto de su familia al principio de la fila, lo que Rucka hace aquí es fácilmente interpretable como una queja a lo que las empresas mediante los avances tecnológicos pueden hacer si permitimos que se compartan nuestros datos, un ejercicio de reflexión bioética en la que una de las del grupo es rechazada por tener unos marcadores genéticos que quizás puedan derivar en un cáncer de mama. Su novio no, él sí es escogido.

Pero la sorpresa argumental final la dan cuando se descubre que la rechazada conoce al terrorista. La unión de las dos historias se produce en las últimas páginas de forma inesperada y magistral, el padre del grupo lleva la bomba atada al pecho y acuchilla a la novia de su hijo, la que fuera rechazada, para que no le impida ir al centro de la elevación. La guinda del pastel la ponen Rucka y Lark en la última escena, Forever aguantando el detonador de la bomba para que el terrorista no haga saltar todo por los aires mientras este le saca un ojo y el resto se alejan, pero la chica, la apuñalada, la rechazada, la novia del aceptado, le ataca por la espalda y salva la situación. Por supuesto que la familia Carlyle la eleva por lo hecho. Todo bien, bueno, depende del punto de vista.

Podemos sacar muchas conclusiones de “Elevación”, es una historia muy reivindicativa, si nos fijamos las personas que son elevadas todo se reduce al amiguismo, primero una mujer que colabora con los Carlyle para traicionar a sus amigos que habían robado materiales, luego el que colabora con las hermanas que llevan a su familia a primera fila y por último a la novia de este por matar al terrorista. No es un mundo donde triunfan los más capacitados, es un mundo donde triunfan los que sirven a la familia según sus intereses, una idea que casa dentro de la forma de pensar del movimiento Occupy (o en nuestro país del 15M).

También podemos verlo de otra forma, por muy irreal que todo esto parezca no es más que una versión hi-tech de lo que pasa en algunos países del llamado “tercer mundo”, o lo que es lo mismo, se trata de traer los sucesos de las partes pobres de nuestro planeta a los países ricos de occidente, sucesos a los que muchas veces hacemos oídos sordos. En este sentido recuerda también a otro tipo de obras, la que primero me viene a la mente es DMZ de Brian Wood.

La calidad de este tomo es igual al anterior aun cambiando el enfoque, ¿qué nos queda por ver?, mucho, pues la cosa mejora aunque parezca increíble.

LAZARUS TRES: CÓNCLAVE

 

Edición original: Lazarus #10-15 USA
Edición nacional/ España: Norma Editorial
Guión: Greg Rucka
Dibujo y entintado: Michael Lark y Tyler Boss
Color: Santi Arcas
Formato: Rústica, 152 págs.
Precio: 17’5€

 

Si esto fuese una casa los dos primeros tomos serían los cimientos, ahora empieza a verse lo que realmente los autores van a hacer y va a ser una casa con muchas habitaciones, no en vano en sus dos primeras páginas encontramos una guía bajo el título “Dramatis Personae” donde se nos presentan los líderes y/o Lazarus de las doce familias que dominan el mundo detallando sus dominios, sus alianzas y sus conflictos. Será una guía que necesitaremos consultar en diversas ocasiones dada la inmensa cantidad de personajes que salen en esta historia, pero cuidado, debemos recordar que las alianzas de este tipo de familias empresariales están llenas de intereses y son muy frágiles.

El primer número del tomo no forma parte del arco llamado “cónclave” pero es de vital importancia para este, es el destino de Jonah y lo que ocurre con él mientras sucedían los acontecimientos del anterior tomo. En este interludio vemos como Jonah estrella su vehículo en la frontera de sus principales enemigos, la familia Hock, pidiendo asilo pero estos lo tratan como un prisionero primero, como un invitado después y como un experimento al final, los Hock quieren la tecnología biológica de la familia Carlyle, ¿qué mejor forma de conseguirla que sacándola de uno de los miembros principales de la misma?. Al final seguimos con la idea del anterior tomo, tu cuerpo vale lo que es capaz de producir y, aunque Jonah se creía superior por pertenecer a una familia en realidad solo lo es por lo que esta le da, su mayor valor reside en la tecnología que hace a los Carlyle ser más longevos y tener mejor salud que el resto, así que es lógico que sus enemigos lo utilicen como consideren según su propio beneficio. Este número sirve de presentación de los principales enemigos de los protagonistas, utilizar la palabra “villanos” aquí es difícil, pero sí que los autores muestran a los Hock como una familia con un cierto grado mayor de desprecio hacia los habitantes y menos valor aun por la vida en general, pero con ello todo se reduce a intereses. El hecho de que los Hock tengan como prisionero a Jonah les sirve para convocar al Cónclave con la idea de unir a las familias contra los Carlyle y acabar con Malcom para siempre.

En la Grecia Clásica se hizo una distinción de espacios físicos que fue muy importante para la sociedad y que perdura con algún añadido, esta es lo público y lo privado. Con lo privado los griegos se referían a lo que sucede a la familia, lo que ocurre dentro y nadie más debe inmiscuirse, eso sería “Familia”, por otro lado lo público era lo que sucede en la polis, en la ciudad-estado, aquí esto se puede extrapolar a esa nueva concepción de estados geográficamente no centralizados que muestran los autores y, por tanto, lo público en sentido clásico sería lo narrado en el segundo tomo, el modo en que manejan su estado. Lo curioso de este tipo de análisis es que parece que Rucka y Lark van construyendo el mundo de Lazarus de misma manera que avanzan estas ideas a lo largo de la historia, es decir, los griegos veían lo que sucedía fuera de las murallas de sus pequeños estados como “guerra”, no existía para ellos una idea como la de la “política exterior”, eso sucede en Roma y “Conclave” es Roma, bueno, Roma con una pizca de medievo.

Seguimos con esa idea de tomar las cosas con calma, así que hay que olvidarse de encontrar grandes discusiones o acción desde el primer minuto. Como era de suponer, aquí hay una serie de tratados y unas tradiciones que seguir, es curioso, a la vez que deja un regusto clásico, que el cónclave no se convoque mediante una llamada o cualquier dispositivo de comunicación moderno, no, es la Lazarus de la familia Bittner (Sonya Bittner), quien está en alianza con la familia Hock contra los Carlyle, la que aparece en una de las fronteras de la familia con una serie de exigencias para devolver a Jonah, es todo apariencia y Malcom Carlyle lo sabe por eso envía a Forever con instrucciones, esto es el principio de la partida de ajedrez que cuidadosamente se irá jugando durante los cinco números del arco argumental. Aunque hay un pelín de acción y bastante tema familiar que sigue la vida de Forever, este primer número solo establece las reglas del cónclave: qué familia será la anfitriona, cuántos miembros de cada una pueden ir y poco más, todo ello enmascarado como si fuese una negociación.

La localización elegida es en una antigua estación petrolífera en el Mar del Norte propiedad de la familia Armitage (sí, lo malo de esta parte es que habrá que tirar de ese índice de personajes y familias inicial, pero es un mal menor), un lugar aparentemente neutral donde se realizarán las negociaciones para devolver a Jonah a su familia, mentira, aquí lo que se intenta es forjar nuevas alianzas que inclinen la balanza hacia los Hock o hacia los Carlyle, de ahí lo que mencionaba antes, la estructura es totalmente romana, donde ya la apariencia era un punto muy importante mientras una gran parte de la política real se realizaba entre bambalinas, pero, si cambiamos los recursos económicos por emplazamientos geográficos, el parecido con los reyes de la Edad Media y las diferentes familias que ostentaban tronos es muy grande, cualquiera que haya ojeado El Príncipe de Maquiavelo sabe de lo que hablo.

Tampoco es que estemos hablando aquí de una disertación sobre política, más bien se parece a una historia de suspense sobre dónde y cómo se quedarán las diferentes alianzas y quién saldrá victorioso en la que los autores dejan un gran espacio para seguir desarrollando la historia de Forever, de ahí que nos choque, de forma muy favorable, las páginas dedicadas al encuentro entre los diferentes Lazarus. Al igual que viéramos en el primer tomo, los Lazarus empatizan unos con otros, son capaces de hablar entre ellos, se conocen, incluso entrenan juntos, se ve que los autores pretenden mostrarnos a los Lazarus como armas, una parte inocente y cruel ya que son ellos los que luchan y llevan el peso de la familia a nivel físico pero no toman las decisiones que los llevan a la batalla, un poco haciendo referencia a la idea de que los líderes de los diferentes países se lanzan al cuello unos de otros desde sus despachos mientras que son los soldados o los ciudadanos de a pie los que reciben el daño real. El mono naranja estilo Guantánamo que lleva Jonah al llegar a la plataforma es una referencia bastante más obvia.

El cónclave no es solo una reunión, hay diferentes eventos como la cena de gala con baile que parece una tontería puesta de adorno, nada más lejos, el momento en que el anciano líder Hock pide un baile con Forever y se levanta mostrando una fuerza vital que nadie imaginaba es en realidad una demostración al resto de familias de que se ha hecho con parte de la biotecnología Carlyle, una demostración de poder que le puede hacer atraer a otros a su lado.

Rucka y Lark hacen aquí una maniobra arriesgada pero funcional cuando dejan que todo el tema de las alianzas de las familias pasen a un segundo plano para centrarse en Forever, su vida y una misión. Su vida en tanto que se ve, amorosamente hablando, más ligada a Joacquim Morray, el Lazarus que aparecía en el primer tomo, así como el hecho de ir conociendo a los diferentes Lazarus en una partida de cartas, y la misión que le encarga su padre, la de ir a por su hermano, con ello entramos en unas páginas de acción y sigilo que parecen insulsas hasta que nos entramos que la misión real es la de matar a Jonah, esto es importante porque los autores usan a Jonah para contar la verdad a Forever: fue creada en un laboratorio. Jonah salva así su vida o eso creemos pues Forever lo lanza de la estación al mar con un traje protector a ver si con suerte sobrevive. Todo ello desencadena la ya tensa relación entre familias al quedar los Hock expuestos por no ser capaces de mantener a Jonah prisionero, Malcom acusa al líder de los Hock de espionaje industrial, algo que está penado y lo resuelven todo con una lucha entre Lazarus, pero como los Hock no tienen Lazarus será Sonya quien luche contra Forever. Vale, sí, esta parte era predecible pero todos lo pedíamos a gritos.

Rucka ha creado en Sonya un personaje que a todos puede gustar, es dura pero tiene un fondo muy bueno y una inocencia que la hacen atractiva, de ahí que la lucha tenga más interés que la típica del bueno contra el malo. Está claro que gana Forever pero mientras todos pensamos que Sonya va a morir el tema da una vuelta y Forever le perdona la vida a petición de la madre de Sonya y con el permiso de Malcom, por supuesto. Las alianzas cambian en este último número del tercer tomo que es una autentica delicia visual, y los Bittner pasan al bando de los Carlyle mientras que los Hock no aceptan la autoridad del cónclave, el líder de los Hock escupe a la cara a Malcom y este cae envenenado. La política ha fallado, ¿qué es lo que queda ahora? La guerra.

LAZARUS CUATRO: VENENO

 

Edición original: Lazarus #16-21 USA
Edición nacional/ España: Norma Editorial
Guión: Greg Rucka
Dibujo y entintado: Michael Lark, Tyler Boss, Owen Freeman y Eric Trautmann
Color: Santi Arcas
Formato: Rústica, 164 págs.
Precio: 18€

 

Hasta aquí Michael Lark y Santi Arcas están haciendo un trabajo estupendo y Greg Rucka muestra una versatilidad tremenda pero lejos de quedarse ahí el equipo creativo gira una vez más la manivela y nos ofrece un nuevo arco argumental que difiere en muchos aspectos de los tres anteriores para meterse en una historia bélica con muchas páginas dedicadas a la acción.

Antes de que comience el arco llamado “Veneno” tenemos un pequeño interludio, al igual que ocurría con el anterior tomo, con alguna página por Owen Freeman y Eric Trautmann. En este, por medio de los escritos de una monja, una preregrina de las que se dedican ayudar a la gente como vimos en el tomo segundo, conocemos un poco más del mundo, nada que no se pudiese intuir pero que está bien que quede explicado, es decir, qué es la ciudadanía y los sobrantes. En el caso de familias como los Carlyle los sobrantes son la parte de la población que no cuentan como tal pero que tienen potencial para ser “algo mejor”, mediante esta definición los autores pretenden establecer las diferencias sociopolíticas que se dan en las familias, no todo el mundo es igual ni todos gestionan sus territorios de la misma forma y en cuanto a crueldad los Hock se llevan la palma. Para ellos solo hay dos tipos: los ciudadanos que trabajan duro y el resto, que no son considerados personas. Es una sociedad totalmente partida y en la que no se puede escalar de una clase a otra, su régimen se puede equiparar en cierta manera al de Corea del Norte en tanto que se exige a los ciudadanos un amor incondicional hacia su líder que los controla con mano de hierro en un estado mucho más militarizado que los demás. La historia que aquí se trata es precisamente la de la hermana Bernard que, debido a su forma de pensar, se acaba metiendo en un lío con los Hock al declararse la guerra con el bando de los Carlyle pero que es salvada por el Lazarus de los Morray.

En el siguiente número, el 20 americano, ya nos mete de pleno en la acción desde el punto de vista de unos soldados Carlyle en plena batalla con los Hock. El tipo de narración (excelente, con unos efectos de nieve que da gusto verlos) denota un intento de trasladar el tipo de conflictos bélicos de épocas actuales que se viven en Oriente Medio a territorios más familiares para nosotros. La historia puede parecer que peca de típica pero la capacidad de el equipo creativo para que empaticemos con los personajes es lo que le da ese toque único.

La acción en el campo de batalla se va intercalando con la situación de la familia Carlyle en su casa con su padre enfermo envenenado por los Hock, sus hijos buscando una cura mientras tratan de mantener la compostura en una batalla que están perdiendo. Nos trasladamos a Duluth, un emplazamiento de la familia Carlyle que está siendo atacada por los Hock, es un sitio estratégicamente muy importante para la familia de Forever y sus enemigos están a punto de conquistarla, entramos así en unos números de acción donde la Lazarus coge a un pequeño grupo de soldados para acabar con sus rivales, entre los cuales se encuentra la sobrante que había protagonizado gran parte del segundo tomo ahora ascendida a cabo. Precisamente ella tendrá bastante importancia pues Forever “muere” de un tiro en la cabeza, pero tranquilos ella es la Lazarus de los Carlyle, no tiene problemas para resucitar aunque sus compañeros piensan que de esa no se va a recuperar y deciden continuar la misión sin ella.

En casa vemos a los hermanos que quedan a cargo de las diferentes secciones, como van realizando sus habituales conspiraciones y la ganadora en este ámbito es Johanna, en la cual se puede ver un personaje bien construido con un nivel de villanía inmenso que no duda en utilizar a la gente para sus propósitos, propósitos ocultos todo sea dicho, que en ningún momento quedan claros ya que hacia el final parece que se decanta por ayudar a su familia no sin antes haber alcanzado un puesto de responsabilidad dentro de la misma, mucho más que el que antes tenía que se limitaba solo a su territorio. También hay una parte médica, que es la más vinculada a la ciencia-ficción, y trata sobre el otro sobrante del segundo tomo que había mostrado unas buenas dotes en esta ciencia al ayudar a los Carlyle a encontrar un posible remedio para la cura de Malcom.

Con respecto a la Lazarus que habíamos dejado colgada en el anterior arco argumental, los autores continúan la historia de Sonya Bittner, ahora de parte de los Carlyle, que está siendo cuidada por ellos y que protagoniza ese cliffhanger final del que no hablaré mucho, eso irá en la reseña del siguiente tomo, ya que avanza en el tema de la “creación” de Forever.

Este es un tomo repleto de acción, es muy rápido lo que hace que la reseña sea algo más corta, se cuenta menos que en los anteriores, pero su lectura es tan satisfactoria como la de Cónclave sin lugar a dudas. Con él los autores muestran un equilibrio en la serie que dista mucho de aburrir al lector así como unas capacidades narrativas dignas de los mejores elogios, sus cambios de una página a otra, de un despacho al campo de batalla, mantienen al lector en tensión de forma constante y con un final dividido en tres partes (la sorpresa de Sonya, el resultado en el campo de batalla positivo para los Carlyle pero con muchas bajas y la ascensión de Johanna en la familia) que no nos hace más que desear que Norma saque el quinto tomo cuanto antes.

No me cansaré de repetir que Lazarus es una lectura imprescindible dentro del cómic independiente, una obra que resulta ser una delicia tanto visual como argumental que todo lector debería tener en su biblioteca.

El mito de Lázaro es uno de los más conocidos del Nuevo Testamento, a saber, el del amigo de Jesucristo que resucita al ir este a visitar su tumba días después de su entierro. Esta historia ha tenido mucha repercusión en la iconografía artística a lo largo de la historia…

Lazarus

Guión - 9.7
Dibujo - 9.7
Color - 9.7
Interés - 10

9.8

Increible

Lazarus es una de las mejores series del panorama actual del cómic norteamericano que, lejos de agotarse, mejora con cada nueva historia que se publica.

Vosotros puntuáis: 8.12 ( 22 votos)
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sibaix
sibaix
Lector
26 agosto, 2017 10:17

Esta claro que sobre gustos yo es ver a Lark en portada y huir como de la peste, no soporto este dibujo donde el trazo no se define, me resulta sucio y oscuro, y los fondos es para nota difuminados sin definición. Vamos que no es mi estilo de dibujo pero eso no quiere decir que sea malo solo que a mi no me gusta.

Argonas
Argonas
Lector
26 agosto, 2017 15:14

Muchas gracias por el análisis. Una de las mejores series que hay hoy en día como indica el autor tiene un ritmo pausado y no acaba de mostrar la estructura feudal del mundo creado hasta el tomo dos. Pero a pesar del ritmo vale mucho la pena. ¿Qué tal esta el Spin-off? Me da un poco de miedo que no mantengan el nivel la verdad.

Stasis
Stasis
Lector
26 agosto, 2017 18:56

Otra a la saca. Me vais a arruinar.

Krokop
Krokop
Lector
27 agosto, 2017 23:11

La serie es, esencialmente, una distopía cimentada en las ideas del anarco-capitalismo y como tal una feroz crítica a éstas.

Está muy bien traída la relación con la cosa pública, porque dicha doctrina aboga por la idiotez en su sentido etimológico; idiota, para los griegos, era quien no prestaba atención al sector público.

También es a mi juicio acertada la comparación con los estados fallidos del tercer mundo, con sus corporaciones en pugna como prácticamente única autoridad. De hecho, la Somalia de los noventa o el Congo actual son utilizados como argumento empírico para refutar esa ideas anarco-capitalistas.

Oreades
Oreades
Lector
29 agosto, 2017 2:58

Estoy totalmente de acuerto con el análisis. De todos los cómics que tengo en mi comiteca (unos 250 cómics de 85 colecciones distintas), Lazarus es mi favorito, especialmente desde que leí el maravilloso tercer volumen y estoy aún expentante del cuarto.

Eso si, aunque el dibujo es muy bueno, quizás el dibujo es demasiado sucio en mi opinión. Parece que dibujaron directamente los bocetos de las viñetas. No es malo y al final acaba gustando ese estilo, pero definitivamente no está al nivel de la historia, guión y personajes. Eso si, espero que no cambie ni el artista ni el estilo. No me gustan las historias en la que en la mitad cambia el dibujante. Para mi es importante que un cómic tenga una identidad visual que lo defina y que se mantenga en toda la historia salvo si el tema artístico es nefasto, algo que no sucede aquí ni mucho menos.

Respecto a la serie de televisión, esperemos noticias. Sería muy interesante ya que al ser de cienciia ficción pero no lejana en el tiempo, podría adaptarse sin grandes dificultades presupuestarias. Lo ideal sería estrenarla en canales como HBO, Netflix o SyFy (esta última gracias al gran trabajo que están haciendo con The Expanse).