Hablar del origen de supermán es hablar del origen del cómic de superhéroes y de las grandes ventas. Es verdad que se ha hablado mucho de esta metahistoria del mundo del cómic, pero pocas veces se ha llegado a poner luz y taquígrafos sobre lo que vivieron Joe Schuster y Jerry Siegel en realidad.

Todo amante del cómic sabe que ellos tuvieron la idea, ellos diseñaron al personaje y ellos le hicieron volar. Igualmente es conocido que les echaron de la editorial, perdieron los derechos sobre Superman y finalmente terminaron al borde de la mendicidad. Pero entre tanto claroscuro hay muchísimos grises que contextualizan la relación personal entre los autores, los editores y el propio personaje. Y esto lo han conseguido Julian Voloj y Thomas Campi con esta obra.

En este comic podemos ver cómo se aprovecharon las editoriales del trabajo de Shuster y Siegel
En este comic podemos ver cómo se aprovecharon las editoriales del trabajo de Shuster y Siegel

Vaya por delante que aunque estemos ante un cómic, esta obra es un trabajo periodístico e investigación que ha durado varios años. Los autores se han documentado en archivos públicos y privados para desvelar la auténtica historia que hubo a la sombra de este superhéroe. Por eso durante toda la obra podemos encontrarnos dibujos originales de Schuster integrados en las viñetas o la transcripción de documentación, como por ejemplo el texto del contrato draconiano que les obligaron a firmar la editorial McClure. Las triquiñuelas que sufrieron en primera persona, humanizan de alguna manera al propio Superman y ayudan al lector a empatizar con los autores desde el primer minuto.

Algo que es de agradecer es que no sólo se cita a las fuentes, sino que en las últimas páginas se explica cómo han conseguido toda la documentación de este cómic. Y por si fuera poco, hay un pequeño resumen de los personajes principales con el dibujo de sus caras, que viene muy bien para saber quién es quien.

Cuando Joe Shuster empezó a perder la vista tuvo que montar un equipo creativo
Cuando Joe Shuster empezó a perder la vista tuvo que montar un equipo creativo

La historia empieza con un flashback en el que el propio Schuster es el narrador y buena parte de ella continúa siendo el mismo flashback. La maquetación de página, por lo general es de 2 columnas por 3 filas, lo que hace que sea obra muy dinámica y rápida de leer. Hay muchos recursos visuales, las viñetas tienen mucho ritmo y hay composiciones espectaculares… pese a no ser un cómic de acción.

En el fondo es una historia injusta pero cierta. Joe Schuster y Jerry Siegel habían sentado las bases de un nuevo género, los ‘pijamas’, la capa, la doble identidad, los superpoderes y que los superhéroes vivieran en las grandes ciudades… pero no se pudieron lucrar de ello en su justa medida. Por lo menos durante la mayor parte de su vida. Porque la lectura más positiva de esta narración es que “el que la sigue, la consigue”, algo que siempre conviene recordar.

Jerry Siegel escribiendo nuevas historias para Action Cómics y Superman
Jerry Siegel escribiendo nuevas historias para Action Cómics y Superman

Pero bueno, vayamos al color de Thomas Campi. A primera vista el estilo recuerda mucho a Alex Ross, pero aquí hay acuarelas y aerógrafo y por momentos parece que haya algo de Photoshop. Es un estilo que recuerda a las ilustraciones publicitarias de los años 30 del s. XX. En general predominan los colores cálidos, los naranjas, rojos, marrones. Es un ambiente nostálgico y casi melancólico. Los recuerdos son sólo pinceladas borrosas con ausencia de línea y de colores aclarados. Pero cuando salimos del flashback recuperamos líneas negras y contraste en el color.

La edición de Dibbuks está a la altura de guión y de dibujo. Es un cartoné en condiciones y se nota que no han escatimado recursos, prueba de ello es que en la contra hay un barniz UV con la silueta de Superman. Muy currado, la verdad.

Antes de acabar hay que decir que cuando alguien define una obra de forma magistral, no merece la pena intentar explicarlo mejor, por eso es preferible copiar y pegar lo que dice Chelle Mayer en el prefacio del cómic, “Superman no es de Krypton, sino de Cleveland”.

Shuster y Siegel celebrando la llegada de SUperman a los kioscos
Shuster y Siegel celebrando la llegada de Superman a los kioscos