‘Fairy Quest’, de Paul Jenkis y Humberto Ramos

La historia nos trasladará al Bosque de las Fábulas, el maravilloso mundo de los cuentos, sí, esas historias que todos hemos o nos han leído mil veces: Blancanieves, Peter Pan, Caperucita Roja y un sinfín de personajes salidos de la mente de los Hermanos Grimm.

Seguramente nunca nos habíamos planteado que esos personajes tienen su corazoncito y sufren cual hijo de vecino. La historia gira en torno a Caperucita Roja, una entrañable y adorable niña que deberá cruzar ‘in aeternum’ el peligroso bosque para llevarle una saludable merendola a su querida abuela… Por supuesto no faltará la presencia del terrorífico Lobo Feroz, que asediará a nuestra protagonista hasta la saciedad.

Este proceso sistemático se repetirá en todos y cada uno de los cuentos, pues el “malvado” creador de los mismos, el Sr. Grimm y su policía del pensamiento, controlan que nada se salga del guion para así contentar a sus lectores. Todo está calculado al milímetro para que ninguno de los actores se salga ni un ápice de lo que está estipulado.

Poco a poco se irá gestando una pequeña revolución, liderada por nuestra ‘woman in red’, la cual tiene ansias de conocer mundo, de ver otros lugares y poder tomar el timón de su vida y poder llevar a cabo sus propias decisiones.

Porque sobre esto versa este tebeo, sobre la superación y el valor; sobre la voluntad de tener nuestras propias elecciones; y sobre la amistad, pues veremos cómo nuestra heroína no va a estar sola, pues el “temido” lobo será paradójicamente, su mayor aliado y mejor amigo.

Todo esto no es nuevo, pues existen cantidad de obras donde tratan los cuentos de manera profunda y dotándolos de carácter propio como por ejemplo la excelente ‘Fábulas’ pero no por ello la historia que nos atañe tiene menor valor. Tras la apariencia infantil de la obra, encontramos una historia que va dando pequeños giros con tintes roleros muy interesantes, que serán del agrado tanto de los más jóvenes de la casa como de los más talluditos.

El guion, como ya hemos dicho, corre a cargo del talentoso Paul Jankins, este británico ha trabajado en obras como ‘Hellblazer’ o ‘Inhumanos’, la cual esta última le valió la obtención de un premio Eisner. Tal y como nos tiene acostumbrados, aquí no defrauda y vuelve a regalarnos una historia aparentemente sencilla, pero que depende de la edad que tengas y el momento en que lo leas, podrás sacar diferentes conclusiones. El dibujo, atención, viene de la mano del extraordinario Humberto Ramos, famoso por su fusión del estilo de dibujo norteamericano con el trazo del manga japonés, el conocido ‘amerimanga’. Amado por unos (para que el que escribe es de lo mejor de la industria) y odiado por otros, no deja a nadie indiferente. El autor juega con trazos exagerados y una fisionomía imposible, con ojos gigantescos y mandíbulas muy características. Las composiciones de las viñetas son totalmente preciosas, una auténtica delicia visual si entras en su juego. Por último el color es obra de Leonardo Olea, que da la puntilla definitiva para que esta historieta te entre por la vista. Es espectacular cómo solo con las tonalidades le da ese aura de magia, de ser un lugar especial, lo dicho: una auténtico cuento de hadas.

Como curiosidad cabe reseñar que ‘Fairy Quest’ surgió allá por el año 2012 en la unión de los artistas dos artistas, Jenkis y Ramos, los cuales iniciaron una campaña ‘Kickstarter’ para autofinanciarse gracias a las donaciones de los propios lectores.

Respecto a la edición que tenemos en tierras patrias cabe destacar la extraordinaria calidad de la misma, pues finalmente la ha traído ‘Ediciones Babylon’ con un formato más cercano al europeo que al americano, pues tiene el mismo tamaño al que nos tienen acostumbrados con los volúmenes europeos. Esto no es todo, pues la edición cuenta con formato cartoné y un papel de una calidad muy por encima a lo habitual; la portada está troquelada y presenta un relieve que le confiere un aspecto imponente. Todo esto por tan solo 15€, todo un regalo al alcance de cualquiera.

Definitivamente no puedo más que recomendar esta obra que, aun estando enfocada a una audiencia algo más juvenil, no deja de sorprender por su calidad artística y por un trabajo hecho con un cariño y un mimo que resulta embriagador.