Hace cuatro meses, leí y reseñé La Cacería de los Titanes, un tomo que servía de prólogo a Renacimiento, junto a La Guerra de Darkseid y Los Últimos Días de Superman. Dije entonces que estaba deseando poder leer ya en castellano El Regreso de Wally West. Pues hala, deseo cumplido.
Contiene: Titans: Rebirth, Titans núms. 1-6 USA
Guión: Dan Abnett
Dibujo: Brett Booth
Formato: Rústica, 160 páginas.
Precio: 14.95€
El regreso de Wally West
Técnicamente, Wally West regresó en Universo DC: Renacimiento (del que hicimos dos reseñas, una spoiler free y otra spoiler full), pero volvió sólo ante Barry Allen. Aún le quedaba un largo camino por recorrer, y que Linda Park no fuera capaz de reconocerle en el mencionado especial fue una puñalada en el corazoncito del fan clásico que aún estaba por resolverse.
El caso es que Wally siempre ha sido uno de los personajes más profundos, mejor definidos de la editorial. Sus relaciones no sólo eran Barry y Linda, su figura paterna y el amor de su vida. También tenía unas relaciones de amistad forjadas a lo largo de varias décadas, unos amigos que llegaban a ser casi hermanos. Y recuperar esas relaciones era el siguiente paso evidente para traer de vuelta a nuestro pelirrojo preferido, y es exactamente lo que hace este tomo. Aquí, Wally se reencuentra con los Titanes, que por fin le recuerdan. ¿Y quiénes son los Titanes que le recuerdan, por cierto? La alineación más clásica del grupo. Dick, Donna y Garth, fundadores del grupo junto a Wally, además de dos miembros que entraron en una segunda oleada, Lilith y Roy. Como era de esperar, una selección de personajes de los aparecidos en La Cacería de Titanes, que funciona como tomo tomo 0 de esta serie, y que convendría leer (aunque no es imprescindible) para contextualizar lo que aquí ocurre.
El plano superheroico de la historia nos cuenta, sin desvelar todo lo que ocurrió, cómo fue que Wally desapareció de la continuidad. Abra Kadabra, un villano tradicional de la franquicia velocista está detrás… pero se dan pistas de que quizás haya alguien detrás de él. Es una interesante broma metalingüística: quien hizo desaparecer a Wally fue un villano. Sólo habría faltado un campo de fútbol detrás mientras se desvelaba la malvada mano que borró de la existencia a West en el que los Ultras estuvieran cantando “Didio vete ya”.
¿Funciona este tomo? Para mí, sí, sin duda. Me lo he pasado como un enano leyéndolo. La trama superheroica funciona a la perfección, me han traído de vuelta a uno de mis personajes preferidos y las relaciones entre personajes están francamente bien llevadas. Quizás, por hacer una crítica, podríamos decir que más que un cómic de los Titanes como equipo tenemos un cómic de Wally West en el que aparecen sus amigos de los Titanes como invitados. No es que para mí sea un problema, pero oye…
Los autores
Dan Abnett se mantiene al guión después de la serie limitada La Cacería de los Titanes. Aunque los números que ha firmado aún no estén al nivel de los de Marv Wolfman o Geoff Johns, podemos decir que las dos historias que ya hemos leído de este guionista son las más sólidas que ha protangonizado este grupo en los últimos diez años, y que Abnett, de seguir por esta línea, puede llegar a convertirse en un nombre destacado en la historia de los Titanes.
En en plano gráfico, El Regreso de Wally West corrige el principal error del tomo anterior. En él tuvimos cinco dibujantes en un total de ocho números americanos, dando una sensación de falta de unidad estilística que llegaba a ser molesta. En esta ocasión tenemos un único dibujante para las siete entregas incluidas, Brett Booth. Este dibujante, forjado a las órdenes de Jim Lee en los tiempos de Wildstorm, cuenta en su historial con series puro Image de los noventa como The Kindred, Backlash o Wildcore. Fue también el dibujante que se llevó Jim Lee para ilustrar la segunda mitad de su año al frente de los Cuatro Fantásticos en la época Heroes Reborn. Desembarca en DC en 2010, justo antes de Flashpoint, siendo uno de los autores que forman parte de los Nuevos 52 desde su principio. En esta etapa de la editorial ha estado al frente de series como Teen Titans, desde el principio, o The Flash, a partir del número 30.
En resumen…
Quizás esta serie pueda despertar ciertos ecos de The Titans, la serie de finales del siglo pasado guionizada por Devin Grayson, en la que los Titanes eran los héroes preadolescentes originales que ya habían llegado a la edad adulta.
Pero eso no es en absoluto algo negativo. Personalmente, siempre he visto el crecimiento de los personajes como uno de los puntos fuertes de la editorial. Y en este sentido, Dick Grayson y Wally West representan el espíritu de DC como ningún otro personaje. A ambos los conocimos como personajes infantiles, ambos fueron sidekicks de héroes icónicos, ambos llegaron a la adolescencia y forjaron lazos de amistad con otros chavales en su misma situación y ambos volaron fuera del nido, llegando a ser un símbolo en sí mismos y no “el compañero de”. En este sentido, Wally llegó un poco más alto que Dick, y llegó a ser, tras Crisis en Tierras Infinitas, el Flash titular. Sí, Dick Grayson ha sido la identidad que ha estado bajo la capucha de Batman en un par de ocasiones, pero siempre ha sido una historia temporal. En cambio, Wally fue Flash durante más de veinte años, y para muchos, entre los que me encuentro, es el Flash definitivo. El Flash titular cuando empezamos a leer superhéroes de forma regular.
¿Y qué es esta nueva serie regular de los Titanes? Veremos con el tiempo. Pero este primer tomo es la corrección de un error que nunca debió cometerse, la eliminación de Wally West de la continuidad oficial, y planta las semillas de lo que puede ser la glorificación de un grupo de héroes que han sido amigos de toda la vida. Si la historia tira por ahí, pueden contar conmigo como lector fiel mientras dure.
Por cierto, ¿es cosa mía o el Wally que tenemos en la portada se parece a Grant Gustin, el Barry Allen de la serie de The CW…?
