Manga: Reseña de "Late x ti" de Nana Shiiba - Ivréa

Una vez más aquí estamos de nuevo con otro review de género shojo para aumentar nuestra biblioteca, siendo en este caso el turno de un tomo autoconclusivo publicado por Ivrea el pasado mes de Julio titulado como Late X ti, aunque su nombre original japonés es Tokimeichatte gomen ne? (ときめいちゃってゴメンね？). 

Este manga obra de Nana Shiiba comenzó a publicarse en la revista Margaret en 2015, año en el que se recogió en un tomo único que publicó la misma editorial japonesa.

En nuestro caso el tomo que ha publicado Ivrea es un rústica en tapa blanda con una portada de lo más colorida en la que aparecen los personajes principales. El tomo tiene un tamaño habitual de 115 x 170cm y un precio de 8€, pudiendo conseguirse en librerías de grandes superficies y tiendas especializadas.

Late x ti.

La protagonista de esta historia es Mirai, una chica guapa, lista, delegada de su clase y a quien todo el mundo quiere y aprecia; su único defecto es que cae rendida ante los elogios y si le encargan una tarea que solamente ella puede cumplir, se desvivirá por lograrla.

Así esta historia comienza cuando su profesor la envía a por un alumno que nunca se ha presentado a clase y que espera ella pueda traer de vuelta al colegio. Ante esas palabras a Mirai le harán los ojos chiribitas e irá corriendo a cumplir su misión, lo que nadie le ha avisado es que este chico llamado Riku es realmente un hikikomori, eso sí, de lo más guapo.

Por suerte el carisma y la insistencia de Mirai es lo suficientemente persuasivo como para sacar al chico de su habitación y llevarlo a rastras hasta clase, siempre escondido detrás de ella y a una distancia prudencial de 3 metros, lo cual resulta de lo más curioso por lo alto que es el muchacho. Por suerte parece que poco a poco irá encajando en la clase, hasta que un incidente se cruce en su camino.

Y es que aunque la chica intente no meterse en líos y que el pobre Riku pase desapercibido, acabará metiéndose en una pelea con los gamberros del colegio en la que un caballero con uniforme escolar acudirá a salvarla con una espada de madera en la mano. ¿Un momento, ese es Riku?

En nuestras manos ha caído otro gracioso shojo que nos encandilará con su ternura y su diversión, porque pocas cosas hay más entretenidas que los shojos con componente de humor y desde luego que el chico guapo sea un hikikomori que hace Kendo le suma unos cuantos puntos al manga.

Así pues podemos considerar que el principal atractivo de esta historia es su componente cómico y original con el que cuenta desde un principio. Las personalidades de los personajes son realmente variadas y contrasta mucho que Mirai sea tan lanzada pese a ser una chica, metiéndose entre abusones para parar una pelea o acudiendo a casa de un compañero de clase que no conoce para poder ayudar al profesorado; mientras que Riku es un personaje callado, introvertido y que se guarda la mayoría de sus sentimientos. Tiene todos los requisitos para ser un buen hikikomori, aunque me habría gustado que se explorara más esta faceta suya. Pero desde luego, como dice el dicho los polos opuestos se atraen y sal menos en este caso es totalmente cierto.

Curiosamente en este manga apenas encontramos personajes secundarios, solamente esos necesarios para añadirle un poco de profundidad a la historia, ya sea un rival en el tema amoroso, papel que se le cede a Kajitani personaje al que acabas cogiéndole cariño por lo simplon que resulta; o bien al hermano de Riku, quien tiene la función de barrera psicológica a superar por nuestro chico protagonista.

Habitualmente en los mangas shojos siempre solemos encontrar unos cuantos secundarios, papeles necesarios para que los personajes puedan profundizar en sus dudas y que el lector los llegue a conocer más. Sin embargo al ser un tomo auto-conclusivo la historia se haría pesada si se incluyeran más personajes de los simplemente necesarios. Por eso este manga se lee tan ágilmente y resulta tan ameno, porque no solamente cuenta con un buen guion y una idea divertida, sino también con una estructura narrativa interesante y bien articulada.

En cuanto al apartado artístico este es uno de los grandes éxitos de esta obra. Los personajes son atractivos visualmente, sin caer en los estereotipos manidos de chicas inocentes o chicos musculados. Aquí todos son guapos sin llamar especialmente la atención y es precisamente ese detalle lo que hace que él manga gane puntos. Es fácil identificarse con ellos y su desparpajo y naturalidad hacen el cómic muy ameno.

Como curiosidad, aunque se note que es un manga shojo por los diseños de personajes y fondos, cuenta con pocas escenas románticas, solamente aquellas realmente necesarias para trama sin llegar a tener esa sensación de historia acaramelada en la que solo el romance es importante. En esta historia se premia más la relación sentimental basada en la confianza y el acercamiento de los personajes a sus objetivos, como el conseguir que Riku deje de temer el salir de su cuarto y se enfrente nuevamente en Kendo, que no que los personajes se agarren de la mano o se miren con ojitos de cordero.

Personalmente el diseño de Riku es mi favorito al contar con una cara muy sencilla de expresiones variadas según la situación, bien puede estar muerto de miedo de salir de su cuarto, receloso al cruzar los pasillos o serio al empuñar una espada. Es muy versátil y la autora le da mucho juego.

En conclusión, estamos ante un cómic divertido, ameno y que nos hará reír y pasar un rato de lo más agradable con su lectura. No es él manga de nuestras vidas pero sí que nos mostrará un camino más allá de lecturas complejas y temas espesos que podríamos encontrar en otras historias. Ideal para pasar la tarde de veranito leyendo una historia que nos recuerde la simplicidad de la adolescencia.