Cómic

Romeo Muerto

Santiago Sequeiros regresa al cómic después de más de dos décadas, aunque toca matizar que no ha estado desaparecido del todo puesto que ha participado con pequeñas historias en diferentes publicaciones (por ejemplo dibujó una para Putokrío o Nuevas Hazañas Bélicas), también hemos podido disfrutar en todo este tiempo de sus fantásticos trabajos como ilustrador en prensa (El Periódico de Catalunya, El País o El Mundo) y revistas. De hecho, en la extinta Primera Línea Sequeiros ilustraba la sección escrita por Hernán Migoya que más tarde se recopilaría en un libro (Hazañas eróticas del cuarentón hijoputa). Sin embargo, desde que publicó el cómic To apeirón en 1996 no había vuelto a publicar un monográfico como autor completo hasta ahora, con Romeo Muerto el autor regresa por la puerta grande con un cómic que se lleva esperando desde hace años.

Romeo Muerto

Romeo Muerto comienza con el funeral de La Mamá Grande la, hasta entonces, gobernadora de La Mala Pena. Coincide que en la ciudad lleva semanas lloviendo orujo y la gente está en la calle celebrando la procesión de Semana Santa. La muerte de La Mamá Grande no es casual, un asesino anda suelto y tras su pista está el policía Sansón Jonás y el detective Ambigú, masoquista con chocho que porta una máscara negra de cuero cubriéndole completamente la cara. De mientras conocemos a Romeo, personaje solitario que ahoga sus penas con alcohol, entre otras historias aparentemente secundarias.

Páginas de Romeo Muerto de Santiago Sequeiros

El cómic se ambienta en la ciudad de La Mala Pena, escenario que el autor ha utilizado en todos sus trabajos desde que publicó Ambigú (Camaleón Ediciones, 1994), cómic en el que también conocíamos al detective enmascarado en una investigación que implicaba desapariciones, infidelidades amorosas y una productora de cine para adultos. Ahí Sequeiros asentaba uno de los pilares del universo de La Mala Pena, la sordidez de la especie humana como motor de la degradación como sociedad, en la ciudad viven pederastas, pecadores… De su siguiente obra Nostromo Quebranto (Camaleón Ediciones, 1995) recupera al sepulturero que enterró a dios. Así como otros personajes que en Romeo Muerto cobran o cobrarán importancia al tiempo.

Es una lectura que puede contemplarse en diferentes niveles, del más superfluo en la que posiblemente nos perdamos, a uno en el que conoces la obra anterior de Sequeiros y cruzas personajes e información, o, finalmente, a uno más exigente en el que buscar y comprender toda la iconografía de sus páginas, por mi parte una segunda lectura ayudó a apreciar mucho mejor esta obra que solo acaba de comenzar puesto que deja la puerta abierta a su continuación (el autor ha anunciado que es la primera parte de cuatro).

Sequeiros impregna toda su fuerza visual, así como narrativa (al que no le falta la poesía), en un trabajo que se ha ganado a pulso ser de culto. Esperamos que no demore tanto en su continuación, otra buena noticia sería la reedición de sus primeros trabajos. Reservoir Books ha sido la encargada de editar Romeo Muerto y lo ha hecho en un gran formato que ya deslumbra desde antes de pasar su primera página.

© Imágenes: Reservoir Books

Portada de Romeo Muerto
Tras más de veinte años de elaboración, llega la obra maestra de Sequeiros. Un álbum gráfico espectacular y gigantesco, lleno de sueños muertos que se pudren en sus propios sueños con el cuidado de un orfebre demente y acabados de lujo.
Formato: 84 págs. B/N Cartoné. 38,1 x 28,2 cm.
ISBN: 978-84-17511-93-7
Editorial: Reservoir Books