‘Ocultos’, de Laura Pérez

Cuando tuve este tebeo en las manos y vi que la contraportada tenía una crítica del investigador y escritor Jesús Callejo supe que ‘Ocultos’ sería una obra que me iba a entusiasmar… y así fue.

En primer lugar hay que matizar que la autora de este tebeo es Laura Pérez (1983), no confundir con Laura Pérez Vernetti (1958), historietista, ilustradora y colaboradora de ‘El Víbora’, Antonio Altarriba, Joseph Marie Lo Duca y Felipe Hernández Cava.

Laura Pérez es uno de los activos más importantes de la ilustración española en los últimos años. Su trayectoria traspasa nuestras fronteras porque ha llegado a ilustrar para The Washington Post, National Geographic, The Wall Street Journal, Vanity Fair, Wacom, American Airlines, Fnac, El País, o Penguin Random House, entre otras.

Los amantes de las infografías y la ilustración editorial son buenos conocedores de su buen hacer, prueba de ello es que no es raro ver trabajos suyos en recopilatorios de ilustración como ‘Illustration Now! 4’ (Taschen), ‘Ilustradores españoles’ (Lunwerg) o ‘Women’s Club. Art is Powerful’ (Monsa Publications). Pero con ‘Ocultos’ Laura Pérez, por primera vez, deja de ilustrar historias y artículos de otros y lo hace para un guión propio.

Aunque el “libro” (como define la propia autora esta obra) empieza y acaba con una misma historia, ‘Ocultos’ es un compendio de historias cortas e independientes que van de lo ordinario a lo extraordinario. Nos traslada a esos mundos enigmáticos, esas visiones, esos contextos, que forman parte de nuestro día a día pero que son invisibles al ojo humano y podemos intuir que están ahí. Son realidades mentales, sueños e intuiciones que, no solo son visuales, e intenta rescatar con cada uno de los personajes de la obra.

Por eso, según van pasando las páginas, vemos la fragilidad de una realidad que baila sobre propia percepción. Lo que acabamos de ver puede ser real o no, y en este arte del manejo de la ambigüedad, la escasez de textos y el uso de las sombras y los negros son fundamentales. La autora se apoya en ellos para no decirnos qué pasa, sino para que juguemos a averiguarlo nosotros; y esa seducción es altamente adictiva.

No es un terror o un miedo explícito, como el que podemos ver en ‘Camisa de Fuerza’ de El Torres, es un miedo más íntimo, más sensorial, en el que los personajes se enfrentan a situaciones arquetípicas, que te dejan los pelos de punta, a las que todo el mundo se ha enfrentado alguna vez: una puerta que se abre inexplicablemente, una corriente de aire súbita, y sobre todo conversaciones a modo de reflexión que rascan los miedos más profundos y oscuros del lector.

Sin lugar a dudas lo mejor de esta novela gráfica es el apartado gráfico, donde Laura se desenvuelve con gran maestría. Con el color nos sumerge en un nivel de lectura de sensaciones gracias a una atmósfera que sí es constante en todas las historias y que recuerda mucho a David Lynch. Por si fuera poco, el cómic está trufado de referencias de autores enigmáticos como Dalí, Neil Gaiman, Edgar Alan Poe, Camus y, por supuesto, Jung.

La destreza que tiene para impactarnos solamente con el dibujo es abrumadora, y la secuencialidad de lo simbólico que muestran sus viñetas nos ponen a los pies de una grandísima historietista con mimbres de poder ser una de las mejores de nuestro país.

Por último, en lo que se refiere a la edición, la colección Sillón Orejero de Astiberri vuelve a sorprendernos con un volumen en formato apaisado muy cuidado. Gracias a 152 páginas con cierto gramaje y a la encuadernación en cartoné con textura vetusta, la experiencia de leer ‘Ocultos‘ es la misma que tenemos cuando nos acercamos a esos libros enigmáticos y misteriosos que han inspirado esta novela gráfica.