Es la hora de las tortas!!!

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Reseña Velvet 3. El hombre que robó el mundo

No hay mejor ambiente para las historias de espías que los años comprendidos entre mediados de los 60 y mediados de los 70. Peliculones como El espía que surgió del frío, Cortina rasgada, Los tres días del cóndor o los James Bond de Connery y Moore dan fe de ello. La guerra fría aún daba juego y la situación se prestaba a este tipo de historias. Ed Brubaker y Steve Epting lo tienen muy claro y lo aprovechan para ambientar en Velvet, la trepidante serie de espionaje que termina con este tomo.

Velvet portada

Velvet 3. El hombre que robó el mundo

Guión de Ed Brubaker
Dibujo de Steve Epting
Cartoné. 136 páginas. Color.
15€
Panini Comics.
2017
Velvet #11-15 USA

La madeja se va liando más. Todo el mundo persigue a Velvet Templeton, pero ella no se va a conformar con huir y sigue empeñada en desentrañar la verdad sobre su marido, su mentor y todos los jugadores de esta telaraña de conspiraciones y engaños, que parece que tendrá su centro en Washington DC.

Generalmente, cuando hablamos del guión de una película o cómic, tendemos a cometer un pequeño error y no pensar en personajes, diálogos, trasfondo… sino que lo primero que nos viene a la cabeza es la trama. Quizá por eso me gustaría dejar claro que otros aspectos pueden ser un poco más flojos, pero la trama de Velvet es sobresaliente: sólida, vertiginosa, compleja y muy adictiva. Puede que no tengamos personajes realmente potentes, con la excepción de nuestra protagonista, puede que esta historia no invente nada, pero logra terminar con victoria absoluta una partida en un inmenso tablero ajedrez con más piezas de las que parece posible usar en este juego. Pese a que hay sorpresa final, Brubaker no hace trampa y todo queda atado.

Velvet 01

Una superado el mayor miedo que podría dar una historia tan complicada de cerrar, por lo demás, tenemos todo lo que ya teníamos en los dos tomos anteriores: giros inesperados, acción, ese suspense frenético… sólo que esta vez llegaremos a involucrar en todo esto al mismísimo presidente Nixon. Que el patio de juego de Velvet sean los años 70, no sólo nos permite evocar la la sobriedad conspiranoica de La Conversación o Los tres días del Cóndor con las flipadas del Bond de Connery y Moore, sino que nos permite hacer trampa con la perspectiva que nos da el tiempo y dejar ciertas puyitas políticas o un sentido de la acción más contemporáneo. Velvet funciona como una historia de espías de los 70, pero también como ese discurso sobre las historias de espías de los 70 que sólo hoy se podría hacer

Y para todo esto tenemos al dibujante idóneo en Steve Epting, con un fuerte énfasis en la narración cinematográfica, las atmósferas y las iluminaciones. Quizá se le pueda achacar un exceso de conservadurismo narrativo, pero la sobriedad y el clasicismo de Epting dan la mano amistosamente al guión de Brubaker para una obra redonda. Puede que que en Velvet no veamos una aprovechamiento excesivo de las posibilidades del cómic como medio pero exprime su autoimpuesto limitado abanico de recursos con una maestría que funciona en la acción y en la calma con la misma fuerza.

Velvet 02

Dado que no se trata de un planteamiento rompedor, es probable que un tebeo como Velvet no se cite dentro de 20 años como uno de los grandes de nuestro tiempo, pero es un ejemplo de como solamente contar una historia puede ser más que suficiente para poner la etiqueta de maestros a sus autores.