Cómpralo en AmazonMike Mignola, tras la expansión del universo de Hellboy e involucrarse de lleno en las películas que se rodaron a principios de siglo XXI, delegó el apartado artístico en otros compañeros del medio y dejó el guión de la serie paralela, AIDP, en manos del virtuoso John Arcudi.
Pero Hellboy siempre a sido su niña bonita, y afortunadamente para nosotros tomó las riendas de Hellboy en el infierno para otorgarle un final como solo él podría hacerlo. El artista Californiano tenía una idea previa en su cabeza, un boceto por así decirlo, tranzando inteligentemente un punto de partida y un punto final. El camino a seguir en el entramado converge y vuelve a unirse de manera natural, dejando que la historia fluya por sí misma.
En este volumen, nos encontraremos con la caída de Hellboy al infierno, donde la profecía de sobra conocida irá cogiendo forma, aunque no de la manera esperada, ya que nuestro querido protagonista hace ya un largo tiempo que tomó la decisión de desvincular su existencia a la del trono del infierno.
Muchos personajes aparecidos con mayor o menor protagonismo en la serie regular o en alguna historia suelta a lo largo de los años, reaparecen de nuevo en la vida de Hellboy, o mejor dicho, en la muerte.
El enfrentamiento con los grandes demonios es inevitable, pero el infierno es un lugar místico y traicionero, que puede llegar a ser moldeado por voluntades oscuras. Si Hellboy quiere hacer de este su nuevo hogar, deberá emprender acciones devastadoras.
Centrándonos más en el arte de Mike Mignola, este eleva al máximo su potencial, llevando al extremo la máxima en su arte, menos es más. La insinuación, en ocasiones, aporta más que una viñeta detallada, Mignola es un maestro en ello y nos lo demuestra en su narrativa.
El infierno es un lugar oscuro, rodeado de grandes ríos de lava y envuelto por una ciudad infinita con edificios góticos, místicos y decadentes que recuerdan a las grandes ciudades del Este de Europa. Más allá de la ciudad, más allá del abismo, se encuentra Pandemonium, hogar del gran señor de todas las almas pecadoras.
Mención especial para la representación del árbol del nuevo mundo, o árbol de la vida, renacido gracias al sacrificio de Hellboy. Me ha encantado.
Por otro lado, creo que es obvio que no hace falta remarcar la importancia del color en esta obra, pero por si alguien no se ha dado cuenta a estas alturas, Dave Stewart es el número uno en la profesión.
El tomo se complementa con historias sueltas de Hellboy que harán las delicias de todos y que enriquecerán su universo, teniendo mucha más importancia en el desenlace final de la obra de lo que se creía en un principio en su primera publicación. Esta es una obra transversal, que bebe de todas sus fuentes y el detalle más pequeño e insignificante, como el sueño de una niña de 7 años, puede cambiarlo todo.
Si he de escoger entre todas ellas, mis preferidas son: El Mago y la Serpiente, El exorcista de Vorsk, Hellboy se casa y El circo de medianoche.
Una obra única e irrepetible, con un protagonista nacido de los lápices de un genio en la década de los 90 que logra la inmortalidad en el noveno arte.
Gracias Mike, gracias por regalarme sueños y aventuras, gracias por hacerme feliz.
