Mads está muy satisfecha con su vida. Asiste a la iglesia con su familia, y no se pierde un partido de la liguilla de béisbol con su padre. Se pasa el día divirtiéndose con su mejor amiga Cat, y hasta ahora ha conseguido evitar que Adam, el vecino de al lado, la bese. Es lo que esperaba que fuera el instituto… hasta que, de repente, todo cambia.