Con el tercer y el cuarto capítulo de la saga en la que el Capitán América se enfrenta a las revueltas en Manhattan provocadas por la nueva Bomba Loca y al Escuadrón Serpiente tras haber perdido la fe en sí mismo y en sus capacidades como supersoldado. En esas circunstancias, Sharon Carter toma el control, Bravo vuelve a la acción y Alan Davis continúa a los lápices.