Es lo primero que leo de La cosa del pantano. No tenía ni la menor idea del personaje ni de su historia, pero sí que me despertaba cierta curiosidad.
A pesar de desconocer su continuidad, Alan Moore nos mete de lleno en faena con el renacimiento del personaje y las subsiguientes tramas perfectamente conectadas. Consigue asentar las bases del protagonista y hacerlo crecer paso a paso, sin prisas, como una planta.
Aunque no soy amante del dibujo de la época, reconozco que no ha envejecido mal. Hay páginas brillantes y llenas de color.