Reseña de 300

En primer lugar me gustaría advertirte que este es un relato bélico, con epicidad y un plus de testosterona, si esto no va contigo, por favor, no te hagas con este cómic. Pero por si el contrario, aceptas este género de buen grado, estarás de acuerdo conmigo cuando llegues a su última página, que 300 es una de esas obras maestras del cómic dignas de ser alabada.

En el verano del año 480 a.c. tuvo lugar la batalla de las Termópilas, enmarcada en la segunda guerra médica. Una alianza entre las polis griegas lideradas en tierra por Esparta y en mar por Atenas, hizo frente a la invasión del Imperio Persa del Rey Jerjes I “El Grande”. 300 es la visión del maestro Frank Miller de esa gran batalla, liderada por el Rey Espartano, Leónidas, y sus 300 fieles, junto con un numeroso grupo de hombres procedentes de toda Grecia, quienes consiguieron detener durante 7 días el avance del Dios-Rey Persa, consiguiendo la más gloriosa de las gestas, la inmortalidad, quedando grabada su hazaña en el corazón de toda Grecia.

Frank Miller, ya en ‘Batman: El regreso del caballero oscuro’ revolucionó el mundo del cómic utilizando los cuadros de texto de tal manera como ningún otro lo había hecho. En 300, el maestro norteamericano, va un paso más allá, haciendo uso de ellos para narrar prácticamente la mitad de la obra, transmitiendo un tono solemne en todos y cada uno de sus textos. Hayas visto o no la película basada en este relato, no podrás evitar oír tu voz interior con dicho tono solemne y profundo narrando las peripecias del Rey Espartano Leónidas.

En Esparta no hay espacio para los débiles, al nacer son descartados, el resto, es adiestrado en el noble arte de la guerra. Un Espartano consagra su vida a tonificar su cuerpo, a conocerlo y a perfeccionar sus movimientos en el combate. La religión también cobra importancia en esta sociedad, ningún Espartano, sea simple soldado o Rey, puede entrar en combate sin la bendición de los Dioses. Estos dos grandes pilares, llevaron al Rey Leónidas a ser recordado, haciendo resonar su nombre a largo de los siglos, y aunque pueda parecer extraño, para bien o para mal, marcaron su vida y su muerte.

El dibujo y la narración gráfica de Frank Miller se encuentran en el punto más álgido de su carrera, regalándonos composiciones, fondos y dinamismo como nunca antes lo hiciera. La posición de la cámara en el plano, sombras y siluetas, son referente hoy en día. Llamadme loco, pero a medida que pasan los años y voy incrementando mis lecturas, veo más claramente la influencia de maestros como Moebius, Hugo Pratt o Goseki Kojima.

¿Y qué me decís del color?, otro gran referente, otro punto álgido en la carrera de un artista, con el color de Lynn Varley, sientes el calor y la arena, sientes la noche y luna llena, sientes agua y fuego, acaricias el acero, el color de Lynn Varley hace de esta obra algo muy especial, algo único.

“Llegan desde Tegea y Mantinea, desde Tespia y Tebas, desde Opus y Focis y Malis. A docenas. A cientos. Soldados ciudadanos. Esclavos liberados. Todos ellos Griegos valientes. Novatos valientes. Parlotean. Fanfarronear. Discuten. Bromean. Incluso se ríen. Somos siete mil … y marchamos. Hacia la boca del infierno … marchamos.”