Hablar de Príncipe Valiente de Harold Foster es hablar del mayor hito en la historia del noveno arte.
Foster traspasó las fronteras del medio y fue pionero en jugar con nuevas formas de narración y romper la composición clásica de las tiras de prensa.
En Val el lector encontrará un personaje con el que se puede identificar a la perfección, porque en definitiva la vida de éste príncipe pobre es como la de todos nosotros: crecer, sufrir los primeros reveses de la vida, aprender a sobrevivir en un entorno hostil... Es la primera serie en adoptar la morfología de novela río: personajes que van y vienen, paso del tiempo, evolución del protagonista... Al ser viñetas acompañadas de texto en forma de sinopsis sin diálogos directos puede dar impresión de ser lento o monótono y nada más lejos de la realidad.
Es una lectura muy ágil, o al menos lo ha sido para mí.
Éste primer ciclo se encuadra en los mitos artúricos (temática que me encanta) lo cual me ha hecho disfrutarlo aún más si cabe.
Y del arte no puedo decir más que es probablemente el dibujo más bonito en cómic que haya podido ver.
Felicitar a Dolmen por la maravilla de edición en tamaño absolute (aunque problemática para la estantería) con una reproducción de planchas impecable y el gran detalle de un enorme póster de la lucha en el puente, una de las viñetas más espectaculares de la historia del cómic.
Un imprescindible para todo amante del tebeo.