Vuelvo a reencontrarme con el arte mágico de la colombiana Lorena Alvarez, en esta ocasión con el segundo volumen de la serie “Luces Nocturnas”, Hicotea.
Como en el primer volumen, pese a lo que pueda parecer cuando abres y admiras una de sus páginas, este no es un cómic enfocado a niños que se inician en la lectura, si no, a una franja mucho más amplia de lectores, empezando desde los 8 o 10 años, dependiendo de cada niño, e incluyendo a cualquiera que quiera acercarse a la obra. Lorena, incluye mensajes ocultos en cada una de sus páginas, siendo esta una lectura de varias capas, difícil de extraer un relato lineal incluso para el lector más versado.
En esta ocasión, nos encontramos a nuestra querida protagonista, Sandy, realizando una excursión a un humedal, o pantano, con sus compañeras de escuela, cerca de su población, para realizar un estudio de campo sobre la vida y fauna del mismo.
Tras enfadarse con una de sus compañeras por no hacerse las preguntas adecuadas y actuar de manera irresponsable y servicial al dictamen de los designios de la sociedad, Sandy, se alejará del grupo, hecho que la hará toparse con el caparazón de una tortuga llamada Hicotea, al mirar en su interior, Sandy, será transportada repentinamente a un nuevo mundo .
Este suceso, puede recordarnos al clásico de Lewis Carrol, Alicia en el país de las maravillas, pero no es más que un guiño que da paso al verdadero trasfondo de la obra, la curiosidad y el respeto por aquello que nos envuelve.
En el interior del caparazón, Hicotea, le mostrará a Sandy el trabajo de toda una vida, una vida de preguntas y respuestas que han dado su fruto. Entre todo este fabuloso trabajo, Sandy encontrará un gran lienzo en blanco, correspondiente al humedal que está estudiando.
La perseverancia, el no conformarse ni agachar la cabeza, son mensajes claros que nos lanza la autora a través de su arte. El respeto por la naturaleza, por lo que nos envuelve y el comprender que cada persona tiene su lienzo en blanco, como metáfora de la vida, para completarlo o dejarlo vacío, es una llamada a la sociedad y un grito a la curiosidad del ser humano. En ocasiones, caminamos por el mundo con los ojos vendados, asintiendo con la cabeza a todo aquello que se nos dice, sin llegarnos a realizar la gran pregunta, la pregunta que todos nos hemos hecho y que alguna vez dejamos de hacernos, ¿por qué?.
El arte de Lorena es una maravilla, estoy enamorado de él y no puedo dejar de admirarlo, cada página desprende una fuerza y una belleza gráfica digna de alabanza. Con un estilo infantil e influencias del manga o anime en su trazo, destaca por encima de todo su imaginación a la hora de aplicar el color, que nos transportará a mundos fantásticos.
Me encanta, el arte de esta gran autora colombiana, es algo más que narración visual, Lorena Alvarez es ARTE en mayúsculas.