Peter Bagge, uno de los nombres más reconocidos por el aficionado dentro del underground norteamericano, da forma a ‘Studs Kirby’, locutor radiofónico con una retorcida personalidad altamente controvertida. En esta magnífica edición que nos ha traído Ediciones la Cúpula, podemos leer en su solapa trasera una gran definición del personaje, definición que nos pone sobre aviso de nos vamos a encontrar en el interior del tomo. Studs Kirby, ultraconservador, alcohólico, colérico, partidario de las armas ... “¡la voz de América en persona!”.
Está claro que Peter Bagge utiliza al personaje para ridiculizar los tics y estereotipos norteamericanos, sabiendo combinar muy bien todos aquellos recursos que le ofrece el underground, mostrándonos lo que quiere y apoyándose una y otra vez en el discurso de la risa, discurso que actualmente puede llegar a ser mal interpretado al pasarse de frenada en más de una ocasión. Pero, ¿por qué no?, ¿por qué debemos censurar la libertad de expresión?, este tipo de trabajos nos ayuda abrir nuestras mentes, este tipo de trabajos son muy necesarios hoy en día, deberíamos aceptar como algo normal y sano el poder reírnos de nosotros mismos.
Studs es un perdedor, un macarra machista, inmaduro, egocéntrico, altamente susceptible y con una fuerte personalidad. Studs, hace uso de su programa de radio para expresar su opinión sin tapujos, pese a quien le pese y cueste lo que cueste, lo cual sorprendentemente (o no), le proporciona un elevado número de oyentes.
Peter Bagge rodea al protagonista de un elenco de secundarios igual o incluso, en ocasiones, más interesantes que el propio Studs, utilizándolos con gran inteligencia para ofrecernos historias divertidas y rocambolescas donde se critica la falta de libertad de expresión, la falta de empatía, las fake news tan en boga en estos tiempos, las habladurías y la doble moral siempre presente en la sociedad, sin dejar atrás estereotipos ultraderechistas o de la izquierda más rancia.
Parte de que el mensaje del autor cale o pueda calar más profundamente en el lector, es por que el discurso viene acompañado por su dibujo, tan reconocible. Un dibujo underground que se pliega al contexto de la trama, otorgando la máxima expresividad a los personajes en sus estados de ánimo, un dibujo que destila cara dura y atrevimiento en todas sus páginas.
Studs Kirby, un borracho canalla que no puede controlar su ira, un locutor sin tapujos al que es difícil resistirse. Te atrapará.