Reseña de Memorias de un hombre en pijama

Tras varias semanas de confinamiento obligado por la pandemia nos hemos olvidado de que hubo un tiempo en que permanecer en casa sin salir y sin estar enfermo era raro. Y quedarse en pijama, incluso trabajando, más de un día, un lujo además de una rareza. Memorias de un hombre en pijama recopila las historietas publicadas en el diario Las Provincias entre marzo de 2010 y julio de 2011, en las que Paco Roca nos cuenta un poco de su vida y un poco de la de todos. Porque quién no ha llegado tarde, quién no tiene un amigo cara, un amigo ligón o un amigo pagafantas, quién no se ha encontrado en una situación incómoda o ha metido la pata… son situaciones ordinarias. Pero una cosa es experimentar algo y otra tener la humildad para reconocerlo, la perspicacia y el sentido del humor para buscar tres pies al gato y gracia para contarlo. Y Paco Roca lo tiene todo.

Ilustrador todoterreno, consiguió el Premio Nacional del Cómic en 2008 con Arrugas y una multitud más a partir de esa fecha. Igual ilustra una novela, como Metamorfosis, un cómic, que dibuja tiras para prensa o trabaja para publicidad… Para las Memorias, recibió el encargo de reflejar la vida de jóvenes urbanitas actuales, maduritos, profesionales, sin pareja o relaciones cortas… Pero basado en el principio de que la realidad supera a la ficción y que no es necesario recrear situaciones inventadas para arrancar una sonrisa al lector, sino que basta con sacar un poco de punta a nuestro día a día y reírse de sí mismo, decide describir su propia rutina, a su familia o a sus amigos.

Partiendo de situaciones un poco tópicas, como los problemas de convivencia, la disyuntiva de tener hijos, el típico amigo al que le deja la novia… el cómic va a más, como cualquier relación. El autor coge confianza, el lector empieza a acostumbrarse al sentido del humor del dibujante, se va estrechando la relación, te vas familiarizando con sus pensamientos, vas conociendo sus puntos débiles, el espectro de situaciones se amplía y cada vez son más delirantes.

El hombre en pijama ha dado para mucho. A las Memorias siguieron las Confesiones y las Andanzas, abundando en la vis cómica y capacidad de observación, situando igualmente el punto de mira en la vida cotidiana. Mi historia preferida, el encuentro de uno mismo con su “yo joven”. Una interesante propuesta la de pensar qué nos diríamos a nosotros mismos. Pero cada uno que elija la suya, según sus experiencias. Las historietas son muchas y variadas, pero todas nos resultan curiosamente familiares, y divertidas.