Cómpralo en AmazonEscogí este álbum por varios motivos: tomo autoconclusivo, avalado por la crítica especializada, y además de ello, enmarcado dentro la colección ‘Una aventura de Spirou por …’, un factor muy importante para mi, ya que el peso de la continuidad del personaje en su serie regular es casi inexistente. Evidentemente mucho de los personajes de su serie regular aparecen en este integral, pero el rol que ocupan dentro de la trama define de sobra su idiosincrasia.
Como colofón tenemos a los autores, y con esto no quiero decir que los tenga venerados, ni tan siquiera que me sean conocidos, pero en ocasiones suelo hacer un ejercicio tan simple como buscar sus bibliografías en mi ordenador, cosa que en esta ocasión me a permitido contrastar su importancia dentro del cómic Francobelga.
La trama nos sitúa en la Bélgica ocupada por los nazis durante la segunda Guerra Mundial, donde Spirou, como botones en el Hotel Moustic (cuartel general de la SS), trabaja como infiltrado de la resistencia aliada.
Un arma secreta está haciendo estragos en la aviación Alemana, y Spirou como conexión con la resistencia, tratará de pasar toda la información posible para adelantarse a los planes del enemigo. Pero los nazis irán cercando el círculo en busca del origen de las transmisiones que alertan de sus movimientos, por lo que la tensión irá in crescendo de manera exponencial.
Al mismo tiempo, Fantasio, el mejor amigo de Spirou, romperá su amistad con él al no entender que este pueda estar trabajando para los boche. Fruto de su indignación, Fantasio pondrá todo de su parte por tal de ayudar a la resistencia con toda clase de inventos estrafalarios, creando en alguna ocasión una gran confusión y en otras tantas momentos cómicos muy memorables.
Fuera de lo que pudiera parecer a simple vista, la trama tiene momentos muy adultos, dejando aún lado la etiqueta ‘para todos los públicos’, mostrándonos torturas, muertes, sexo (no explicito) y algún que otro sacrificio o comentario que bordea el mal gusto.
El ritmo narrativo es trepidante y la narración de Yann resulta ligera y concisa, todo ello, acompañado por los dibujos de Olivier Schwartz, quien homenajea a grandes clásicos de la BD, hacen de este volumen una gran recomendación para iniciarse en las aventuras de Spirou.
