No podemos incluir el anterior volumen, ‘La noche de los hombres monstruo’, en algo pensado y desarrollado íntegramente por Tom King, así que, por lo que a mi respecta, la etapa de King, ha comenzado a interesar a partir de su 7 comic book íntegro.
Este tercer tomo, denominado, ‘Yo soy suicida’, comprende los números del 9 al 15 de la nueva etapa de Batman iniciada en Renacimiento.
Dicho tomo, se divide en dos arcos argumentales claramente diferenciados. En primer lugar, tenemos a un Batman preocupado por el estado, cada vez peor, de Gotham Girl. Para poner fin al sufrimiento de Claire, Batman, reclutara al más puro estilo Escuadrón Suicida a varios reclusos del Asilo Arkham, entre ellos y como miembros más destacados del grupo, tenemos a Wesker, el ventrílocuo, y a Selina Kyle, Catwoman. Batman, planificará el asalto a Santa Prisca, hogar de Bane, en busca del causante de los males de Claire, el Psico-Pirata.
La trama nos muestra a un Batman tácticamente increíble, dotado de una forma física asombrosa y con la determinación que ya nos tiene acostumbrados. El autor, se adentra en la esencia del murciélago para mostrarnos porqué es así, abrazando la noche para luchar contra el mal. Mientras tanto, King, nos va dando pinceladas de la relación entre el murciélago y la gata, sacando a relucir la atracción mutua entre ambos.
El arte de Mikel Janin es espectacular, y mejora la historia en sobremanera, mostrándonos unas perspectivas aéreas de Santa Prisca y de su interior, que nos sitúan magníficamente en la acción. Eso sí, he visto algo exagerado el número de enemigos random que se utiliza en algunas viñetas, otorgando una visión de Batman más digna de un Dios que de un hombre al máximo de sus capacidades.
Por otro lado, el segundo arco, mucho más corto, tan solo 2 comic books, es el que más me ha gustado. La trama se centra en la relación entre Catwoman y Batman, y a los dibujos tenemos a Mitch Gerads, el binomio perfecto de King. Aunque no al mismo nivel que en Mr. Milagro, a mi modo de ver, la aportación de Gerads en este tipo de historias más enfocadas en el diálogo que en la acción, encaja a la perfección.
Ya centrados en la trama, repasaremos sus primeros encuentros desde el punto de vista de ambos personajes, viajaremos por los tejados de Gotham y los veremos disfrutar de la noche. A medida que las horas van pasando, Selina, va dejando entrever que soporta una carga muy pesada, estando dispuesta a llegar hasta el final. Batman, entrará en acción, y por un momento, volveremos a disfrutar del Batman más detectivesco, que desgraciadamente, quedará diluido por su actual tecnología.
El tramo final es delicioso, me encanta ver al murciélago de esta manera. La frase con la que se cierra el tomo, ha conseguido introducirme de lleno en esta relación, Tom King, vuelve a atraparme con sus historias.
En definitiva, este tercer volumen nos devuelve al mejor Tom King, haciendo reconocible su guión y forma de escribir, explorando aquello que se le da mejor al autor, la psique de los personajes.
Un ápice de luz para el señor de la noche.