Número rápido dentro de la serie, con guión de Kelley Puckett y dibujo de Mike Parobeck.
He de decir que aunque el dibujo está en consonancia con la serie, en esta ocasión me a parecido un peldaño por debajo de lo que nos venían ofreciendo, con esto no quiero decir que sea un mal dibujo, si no que bajo mi punto de vista, me ha parecido que en ocasiones los rostros de los personajes no están tan bien definidos como en los números anteriores y se abusa de las viñetas sin fondo, tan solo completadas aplicando un color base, no obstante, el dinamismo sigue siendo excelente.
Si miramos la trama, Puckett nos relata una historia donde un gánster de primer nivel llamado Mobster, aterriza en Gotham directamente desde Chicago para hacerse un hueco en el entramado mafioso de la ciudad.
Por otro lado, veremos a Killer Croc empleándose a fondo en una especie de lucha libre ilegal, organizada en los bajos fondos de Gotham, donde puede dar rienda suelta a sus instintos, consiguiendo de esta manera cierta reputación y admiradores.
La unión de ambas tramas sucede cuando un nuevo luchador llamado Merodeador Enmascarado aterriza en el cuadrilátero, poniendo en verdaderos aprietos a Killer Croc.
En ese momento, veremos la parte más humana del cocodrilo, que tendrá que luchar para superarse así mismo al mismo tiempo que Batman aparece en escena.
No es una historia enrevesada, al contrario, es un argumento muy blanco y entreteniendo, como ya viene siendo habitual en esta serie, con un texto ligero e ideal para iniciarse en la lectura o para rellenar esos cinco minutos libres que tenemos en algún momento a lo largo del día.
Las aventuras de Batman no requieren un gran esfuerzo por nuestra parte, ni es una revolución en el mundo del cómic, pero aún a riesgo de repetirme, en su simpleza está su grandeza.