Tomo ocho de la serie de Jonathan Hickman, Nick Dragotta y Frank Martin, Este del Oeste. No me cansaré nunca de recomendar esta serie, para mi, dentro de las que yo haya podido leer, la situó entre las mejores obras de la editorial Image hasta la fecha.
Siguiendo con la trama, el juego de poder que van tejiendo los elegidos dentro de la guerra entre las naciones que forman parte del continente norteamericano, sigue avanzado. Lobo, jefe de jefes y profeta de La Eterna Nación, es capaz de romper la magia de la gran torre blanca, símbolo de la Unión, que hasta la fecha impedía su conquista.
Mientras tanto, Muerte sigue con la instrucción de Babilonia, protagonizando escenas de alivio cómico que resultan realmente entrañables. Pero la tranquilidad dentro de la serie es una burda farsa, ya que mientras unos disfrutan de sus victorias o triunfos, otros planean su siguiente paso. Muerte se pondrá en marcha repentinamente al percibir la llamada Xiaolian de la Casa Mao, madre de Babilonia y amor de su vida.
Tras ellos, los tres jinetes del apocalipsis restantes, no descansan en la persecución de Babilonia, con el afán de capturarlo para traer el caos total al planeta, además de poner fin a la existencia de su hermano Muerte.
Si esto te ha sorprendido no esperes más y hazte con esta magnífica serie, Jonathan Hickman nos ofrece una trama política de ciencia ficción y magia, junto con su versión particular de los cuatro jinetes del apocalipsis. Todo esto enmarcado en un futuro postapocalíptico que hace las delicias del lector más exigente. Una obra digna de elogios, con unos personajes carismáticos, que tras ocho tomos recopilatorios, siguen encandilado como el primer día.
El dibujo de Dragotta es sublime, y su evolución a lo largo de la serie más que notable, encontrándose ahora mismo en el momento con más calidad de toda lo obra. Su trazo suelto denota que se ha hecho suyos los personajes, otorgando rasgos característicos, dinamismo y profundidad al dibujo. Sinceramente, me esta encantado los matices que está adquiriendo este dibujante, que en ocasiones nos deja destellos de una clara influencia manga.
Por último también quiero hacer mención al colorista de la serie Frank Martin, ya que creo fervientemente que el color aplicado encaja perfectamente con el dibujo y su trabajo hace mejor aún si cabe los dibujos de Dragotta.
Una serie imprescindible que no deberías dejar escapar.