La experiencia lectora que supuso para mí ‘Solo: Los Supervivientes del Caos’ me envolvió en el fascinante universo creado por Óscar Martín. Ahora un tiempo después, regresó a él con este nuevo volumen para continuar con la historia de esta carismática rata.
En los extras que se incluyen al finalizar este volumen integral, Óscar Martín, nos explica que inició el universo Solo en 1997, en forma de evasión a sus trabajos por encargo para Disney y Tom y Jerry. Ahora, más de veinte años después de iniciar aquellas historias sin más pretensión que pasarlo bien y relajar su mente, ha redibujado de manera magistral todos aquellos primeros números, corrigiendo fallos narrativos y reduciendo a más de la mitad el número de páginas publicadas.
‘Solo: Mundo Caníbal’ continúa donde nos dejó el anterior volumen, ‘Solo: Los Supervivientes del Caos’, en un inicio trepidante donde nuestro protagonista regresa a casa tras la caza, se encuentra de bruces con la desaparición de toda su familia. El autor nos guía a través de su desesperación con un nudo en la garganta, por tal de recuperar lo único que le ha dado sentido a su vida. Pero Óscar Martín ya nos dejó claro que este mundo no es lugar para débiles y el apego a los seres queridos puede resultar ser el punto débil que diferencie a los muertos de los vivos.
En una de sus muchas peripecias, Solo se topara con un cachorro canino, que educará y aleccionará como a si de un hijo se tratara. Con el tiempo, Legatus, el hijo adoptivo de Solo, será un auténtico vínculo emocional para él y demostrará ser digno de todo su legado.
El final de la obra me ha dejado en shock emocional, haciendo que el cómputo global de la lectura subiera enteros y reforzará el periplo recorrido por nuestro protagonista.
Quizá, si hacemos un análisis en profundidad o reflexionamos sobre la historia, esta saldría perdiendo en comparación con ‘Los Supervivientes del Caos’, pero su crudeza, pesadumbre y la desesperación que emiten sus personajes, es un valor argumental nada desdeñable.
El dibujo de Óscar Martín es una auténtica delicia, con un estilo Disney depurado a lo largo de los años, nos dejará boquiabiertos viñeta a viñeta. La expresividad de los personajes y la dinámica narrativa en los momentos de acción, es un claro ejemplo de cómo deben hacerse las cosas.
En estos momentos, tras haber concluido este segundo volumen, ya lo puedo decir alto y claro, el universo Solo se ha convertido por mérito propio en uno de mis preferidos.
Si estáis buscando aventura, escenas de acción delirantes y una carga emocional desbordante, Solo es la opción ganadora.