Reseña de Versus

Versus, un pequeño bocado de cielo, una guinda en el pastel, una de las mejores obras nacionales en los últimos años, ¿soy un exagerado?, a tus ojos puede que sí, pero, ¿quién determina los gustos personales de cada individuo?, ¿quien determina lo que es una obra maestra?, ¿no somos libres de pensamiento?, ¿no somos únicos e irrepetibles?, Versus me hizo sentir, marcó los tiempos de mi lectura, me deleito con sus viñetas, creó un vínculo incuestionable. Amig@s, nada ni nadie puede definir que es una obra maestra para nosotr@s, somos dueñ@s de nuestras tus emociones.

Versus de Luis Bustos es la adaptación libre de ‘Por un bistec’, un relato escrito por Jack London dedicado al mundo del boxeo. Relato melancólico, una balada triste que resuena en nuestras cabezas como el llanto de la trompeta de Chet Baker en Almost Blue. Evocados a los años de la gran depresión, una vieja gloria del cuadrilátero en el ocaso de su carrera, Thomas king, se juega algo más que unos vítores ante la nueva promesa de ébano, Jesse Sandel. King debe ganar el combate para mantener viva la llama de la esperanza que ilumina su vida. Lo nuevo frente a lo viejo, el ímpetu frente al sosiego, Thomas king, boxeador, espera su oportunidad en el ring, el único sitio que lo ha aceptado tal y como es.

Bustos, aprovecha muy bien la plasticidad y el movimiento del boxeo cuando los púgiles se encuentran en el cuadrilátero, además, la mezcla de estilos que utiliza, va en beneficio de la historia, estudiados y aplicados de manera magistral. Se reconocen influencias claras como Osamu Tezuka, por el cual el autor a reconocido sentir una gran admiración, Eisner o Javier Olivares, hasta me atrevería a decir que hay destellos de Frank Miller en alguna de sus viñetas y sobre todo en el tono de voz. Las viñetas se retuercen, buscan su forma y su justa medida, el trazo es variable, fino, grueso, distorsionándolo, todo con el justo equilibrio, con la narración perfecta aplicada a los diferentes estados emocionales del personaje.

Luis Bustos se coronó en esta su segunda novela gráfica, alcanzando un nivel inusual en una de las mejores adaptaciones al mundo del cómic que he tenido la oportunidad de leer.

Versus es un cómic excepcional, de corta extensión pero de placer infinito. Encuadernado magistralmente con una cubierta áspera, una portada revestida de estrellas emulando carteles de época, mimado en su interior hasta el último detalle, con un claro aroma de añoranza que busca recordar la pureza de un deporte denostado por unos y reverenciado por otros.