Cómpralo en AmazonEl arco argumental no es ninguna maravilla, pero tampoco se puede decir que sea malo, simplemente cumple con el objetivo de entretener al lector, y refiriéndonos a un crossovers, ya es mucho más de lo que se puede decir habitualmente. Aún así, dentro de unos meses o semanas es casi seguro que no recuerde nada de lo leído en estas páginas, pero este tipo de cómics dentro del mainstream superheroico tienen una función muy determinada, y no me refiero solo al aspecto comercial, que también, si no al de intentar atraer a nuevos lectores, ya que el argumento no requiere de un gran esfuerzo por nuestra parte y los personajes junto con sus roles son fáciles de encasillar en nuestras mentes.
Gotham se ve amenazada por una gran tormenta, una tormenta épica que se prevé ocasione múltiples daños por toda la ciudad. Ante esta situación, Batman y su equipo, compuesto por Batwoman, Nightwing, Spoiler, Huérfana, Clayface, Alfred y Duke, aúnan fuerzas con la policía de Gotham para tratar de proteger a la población. Mientras tanto, el Dr. Strange teje un plan para hacerse con el control de la ciudad, arrebatado el puesto de protector de la misma al hombre enmascarado. Para ello, Strange, modifica genéticamente el cadáver de cuatro personas, con la ayuda del “veneno” proporcionado por Bane.
Como podéis ver el argumento es de una gran simpleza. A mi parecer, la fuerza o motivo que se le da a un villano para que realice sus actos, es una pieza crucial en la credibilidad y la construcción de la trama. En este caso, los motivos de Strange no son más que el simple ego, algo muy banal y superficial que desgraciadamente estamos acostumbrados a ver.
La aparición de Gotham Girl, alterada psicológicamente por el Psicopirata en el arco anterior guionizado por Tom King, puede resultar lo más interesante del relato, ya que es evidente que este personaje, será importante al final de su etapa a manos de la serie regular de batman, o como mínimo eso prevemos.
Batwoman con su presencia imponente y su liderazgo, junto con la ya más que conocida y explotada relación entre Nightwing y Batman, complementa el apartado de curiosidades y reclamos para el lector.
En el apartado gráfico, dentro del batiburrillo de dibujantes que suelen acompañar estos trabajos, el arte de Riley Rossmo junto con el color de Iván Plascencia destaca por encima del resto. Un dibujo con personalidad propia, con un entramado de viñetas y narración visual muy bien ejecutados. A destacar los rostros de los personajes y su fisonomía corporal.
