Los doce trabajos de Hércules son un libro no muy leído del tampoco muy conocido Enrique de Villena (1384-1434), noble de sangre real y erudito con fama de nigromante, al que ahora Pedro Víllora, dramaturgo y familiarizado con el siglo de Oro, ha tenido la valentía de actualizar para el lector del siglo XXI. Ha creado en realidad un texto nuevo, pero completamente fiel al original.
El texto medieval es una obra compleja, que recoge historias mitológicas transmitidas por escritores de la Antigüedad como Ovidio, Boecio y Virgilio, de las que Villena extrae consejos éticos, filosóficos y sociales, dirigidos a sus contemporáneos, que presentan a Hércules como un héroe valiente y aventurero. Dividido en doce capítulos, uno por trabajo, cada uno está a su vez compuesto por cuatro partes de las que el cómic de Víllora reescribe sólo una, la “historia nuda”, el relato de lo que ocurrió, la aventura, el mito. Fuera se quedan la parte alegórica, donde está la enseñanza, una supuesta “verdad” histórica y la “aplicación”, de alcance ético y sociológico, según la cual: “en aqueste trabajo puede cual se quier de los estados del mundo haber de tomar doctrina a su mejoramiento e conservación”. Remiten a otro tiempo, a otra filosofía, a otro contexto… que resultan lejanos al lector de hoy.
Los doce trabajos ya se imprimieron acompañados de once xilografías en 1483. Fue la primera de las obras literarias de Enrique de Villena y el primer libro ilustrado en España. Y de ellos se han realizado diversas versiones a lo largo del tiempo, como la serie pintada por Zurbarán que conserva el Prado. Das Pastoras, con una larga trayectoria en el mundo del cómic y la ilustración, ha trabajado para el mercado español, francés y norteamericano. Ya ha dibujado animando a superhéroes para Marvel, pero ahora su nuevo superhéroe es griego, Hércules, y su historia nos llega de hace muchos siglos. No hay mejor ejemplo que en realidad los mitos se actualizan y siguen vivos.
Nuevo nueve ha apostado por un formato espectacular, grande, que permite un buen tipo de letra para el texto, una maquetación desahogada y bonita y el lucimiento de unos dibujos que convierten cada uno de los doce trabajos, pruebas de valor, fuerza e ingenio, en una obra de arte. Un ejemplar de lujo para la recuperación de un clásico, aunque sea simplificado, que nos permite acercarnos a textos medievales, de sabiduría antigua y de enseñanzas que no caducan y que, según el propio Villena, aspiran a ser “un ejemplo de comportamiento”.